HAY CINCO DETENIDOS
La Policía Nacional, en colaboración con la Policía Local de Palma, ha detenido en un solo día a cinco personas en el centro de la ciudad por robar carteras, dinero, teléfonos de alta gamma y otros bienes en zonas de gran afluencia turística.
Según ha informado el cuerpo policial en un comunicado, las dos primeras detenciones las llevó a cabo un agente de la Policía Nacional al observar que una mujer distraía a un turista mientras su pareja intentaba hurtarle el teléfono que llevaba en una mochila.
En las siguientes horas, se produjeron las otras tres detenciones. En un caso, los agentes arrestaron a una mujer que distraía en las inmediaciones de La Seu a un matrimonio búlgaro, mientras otras dos compinches se apoderaban de la cartera de una turista eslava.
En el lugar se encontraba un agente de la Policía quien, al ver la acción, dio el alto a una de las carteristas, si bien huyeron las otras dos y, por el momento, estas últimas están identificadas a la espera de su detención.
Más tarde, a primera hora de la tarde fue detectada por un equipo conjunto de la Policía Nacional y la Policía Local una pareja que era conocida por los policías, "puesto que ésta acude cada verano a la capital con el objeto de sustraer dinero, teléfonos de alta gama y otros bienes en zonas turísticas".
Según han relatado desde la Policía, los sospechosos aguardaban en las escaleras junto a L'Almudaina observando a los turistas que paseaban por la zona y, en un momento, empezaron a seguir a una pareja de turistas. En este sentido, aprovechando la distracción de su víctima, la mujer detenida abrió la mochila que llevaba en su espalda la turista con la intención de apoderarse del teléfono de alta gama que llevaba, valiéndose de un pañuelo que usaba para hacer de 'muleta'.
Los policías lograron seguir a la pareja sin ser detectados y observaron la operación para intervenir en el momento justo en que la detenida estaba extrayendo el teléfono de la mochila de la víctima, que en todo momento fue ajena a lo que sucedía. Al ser interpelados por los policías, las víctimas aportaron un vídeo que estaban tomando con una sofisticada cámara de 360º en el que se ve con nitidez todo lo descrito.