ACOSTUMBRADOS A DISPAROS Y TUMULTOS
Son los caballos de la Policía Nacional. Han sido adiestrados para soportar ambientes hostiles en situaciones límite al servicio del ciudadano.
En las instalaciones de la Policía de Madrid, agentes y caballos trabajan cada día para acostumbrar a los animales a todo tipo de escenarios.
Llegan donde no llegan los coches y mucho más rápido que un agente caminando.
La policía compra estos caballos en las cuadras del Ejército y se prefieren los equinos blancos o tordos ya que se distinguen mejor en la oscuridad.