EN EL JUZGADO DE VIOLENCIA SOBRE LA MUJER NÚMERO 7 DE MADRID
La Sección 26 de la Audiencia Provincial de Madrid continúa la tramitación del incidente de recusación del magistrado titular del Juzgado de Violencia Sobre la Mujer número 7 de Madrid, Francisco Javier Martínez Derqui, que se mofó de una víctima de violencia de género, a la que se refirió tras una vista como una "bicha" o una "hija puta".
Así lo ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que ha destacado que no se ha producido ninguna novedad al respecto pese a que este jueves se conociera que el magistrado había decidido apartarse de este caso, tras salir a la luz una grabación en la que se le escuchaba pronunciarse en estos términos.
El incidente de recusación, como indicaron fuentes jurídicas, puede tardar meses en resolverse y se inició tras la denuncia presentada por la víctima, la modelo María Sanjuán, que también ha pedido al Consejo General del Poder Judicial que aparte al magistrado.
La víctima presentó una queja contra el magistrado ante el CGPJ por "falta de imparcialidad y animadversión" hacia ella, lo que la provoca una situación de "indefensión". También pidió que lo investigue por un presunto delito de prevaricación.
El magistrado Martínez Derqui ha aceptado apartarse del caso al entender que su imparcialidad está comprometida tras estos comentarios ofensivos contra la víctima, según han explicado fuentes cercanas al juez.
El Consejo General del Poder Judicial ya advirtió que iba a abrir diligencias informativas a Martínez Derqui, a raíz de la queja presentada por la víctima en relación con las manifestaciones del magistrado tras la celebración de una vista, y que quedaron reflejadas en la grabación que se entrega a las partes.
"Como es habitual tras la incoación de diligencias informativas, el Promotor dará traslado al magistrado de la queja y le solicitará que remita un informe de alegaciones", han explicado desde el máximo órgano de gobierno de los jueces.
Este juez era el encargado de instruir los procedimientos civiles y penales derivados del divorcio y de varias denuncias presentadas por la víctima por malos tratos psicológicos, por amenazas y coacciones contra su exmarido, Josué Reyzábal.