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Longevidad

La rutina de Laura a sus 101 años: una hora de bici al día mientras reza el rosario

Ourense vuelve a presumir de longevidad con una centenaria cargada de vitalidad y buen humor

La rutina de Laura a sus 101 años: una hora de bici al día mientras reza el rosarioAntena 3 Galicia

"Os voy a atender, si no os importa, desde la bicicleta que aún me falta media hora". Así nos recibe Laura Fernández en la cocina de su casa. Esta ourensana no perdona el ejercicio diario. "Todos los días, los fines de semana también, pero si un día se me pasa, tampoco me castigo", explica.

Tiene 101 años- "en agosto cumplo 102"-, lleva viuda desde el 2007 y vive, ahora, con una de sus hijas. "Tiene más vitalidad que yo, a veces la obligo a salir de casa pero muchas otras es ella la que tira de mí", comenta Lourdes, quien confiesa no ser tan amante del deporte como su madre.

En su día a día, esta centenaria no se aburre. Una vez en pie, desayuna y se pone a hacer ejercicio. "Una hora de bicicleta al día, mitad hacia delante y la otra mitad hacia atrás", nos muestra mientras pedalea. Pero no es lo único que hace sobre la estática. "Aprovecho que es mi tiempo de estar sola para rezar el rosario, me lleva media hora, así que aun me sobra otro rato para mi", comenta mientras nos fijamos en el collar de cuentas que cuelga del manillar.

¿Cuál es el secreto de la longevidad? Ella asegura que lo desconoce, no le da importancia a su salud. "Siempre hice lo que quise, comí de todo, me moví, tengo buen humor y hago deporte. Igual es una mezcla de todo eso", duda mientras nos responde. Lo cierto es que su buen humor llama la atención, una enorme sonrisa dibuja su anciana cara y confiesa que rara vez se enfada. "Prefiero no malhumorarme pero tampoco te creas, que yo tengo mucho carácter", dice entre risas.

Con las dos rodillas operadas y la cadera rota hace unos años, los médicos le dijeron que no volvería a caminar como antes. "Nos dijeron que iba a ir siempre con bastón, que no se podría mover mucho, y mírala", comenta Lourdes. Y eso hacemos, admirar su buen estado de salud física y mental. Sólo le falla la memoria cuando le preguntamos por su familia. "Creo que tengo cinco nietos y cinco bisnietos, pero ya no estoy segura, son muchos", dice con sorna.

Con todos ellos celebrará, este próximo mes de agosto, su 102 cumpleaños. Y, quién sabe, quizás le acompañe también Esperanza, otra de las centenarias del barrio. Tiene 107 años y presume de beber un chupito de licor café cada día y bailar para mantenerse activa.