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Qué es la neurofibromatosis y cómo diferenciarla de la viruela del mono

Hace unos días, un médico fotografió a un hombre en el metro de Madrid que parecía tener la viruela del mono. En realidad, padecía neurofibromatosis. Explicamos en qué consiste esta enfermedad.

¿Cómo diferenciar la viruela del mono de otras enfermedades de la piel?antena3noticias.com

Aunque puede confundirse por la apariencia, lo cierto es que no tienen nada que ver. La viruela del mono, ya declarada como emergencia sanitaria internacional, se identifica habitualmente por erupciones en la piel, que suelen ser muy molestas, y que tardan de dos a cuatro semanas en curarse, aproximadamente. Y, en el otro lado, se encuentra la neurofibromatosis, una enfermedad con cierto parecido a nivel visual, aunque muy diferente a la viruela del mono.

La neurofibromatosis es un trastorno genético del sistema nervioso dividido en tres categorías, siendo la primera la más común y menos letal, la segunda menos frecuente y algo más peligrosa y la tercera la menos habitual pero la más mortal. La neurofibromatosis tipo 1 es más común en los niños, sobre todo en aquellos que tienen menos de 10 años y baja estatura, puede provocar manchas en la piel e incluso, en casos algo menos frecuentes, deformidades en los huesos o dificultad a la hora de aprender conceptos básicos.

La neurofibromatosis tipo 2 ya es más frecuente en adultos y suele caracterizarse por síntomas algo más graves como la dificultad para mantener el equilibrio, convulsiones, pérdida de audición o desarrollo de cataratas. Y, por último, se encuentra la schwannomatosis, el tipo más peligroso de neurofibromatosis, que suele producirse entre los 20 y 30 años, con pérdidas auditivas más considerables e incluso tumores en alguna parte de la cabeza, unido a dolor crónico en cualquier zona del cuerpo y una posible atrofia muscular con el paso del tiempo.

¿Cómo diferenciarlo de la viruela del mono?

A diferencia de la neurofibromatosis, la viruela del mono es una enfermedad cuyos síntomas no suelen ser apenas graves, y no tiene severos efectos perjudiciales para la salud, más allá de las incomodidades que suele generar a nivel cutáneo por las erupciones en la piel. El porcentaje de síntomas graves en la viruela del mono es muy pequeño y España es uno de los pocos países en los que se han llegado a registrar muertes por la enfermedad en todo el mundo.

Otro factor importante a tener en cuenta es que la viruela del mono cuenta con la vacuna tradicional de la viruela, que relaja muy positivamente los síntomas y puede no solo generar anticuerpos para evitar contraer la enfermedad, sino aliviarla para quienes se vacunen padeciéndola. La neurofibromatosis, por el contrario, no tiene ninguna vacuna ni medicamento que pueda tratarla ni curarla, limitándose únicamente a tratar de hacer que el paciente se sienta mejor aun padeciendo la enfermedad.

La polémica saltó esta misma semana, cuando un médico fotografió a un hombre que tenía diversas lesiones en la piel, y le echó en cara por las redes sociales no estar en casa haciendo cuarentena, dando por hecho que tenía la viruela del mono. Este hombre, indignado por los rumores que ha circulado sobre él, lo ha desmentido rotundamente y asegura que se planteará denunciar al médico, dado que no tiene la viruela del mono, sino la neurofibromatosis.

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