Investigación
Los resultados de probar las placentas artificiales con ovejas han supuesto un éxito. Este avance supondrá la reducción radical de las secuelas y mortalidad de los nacimientos prematuros.
Un equipo de investigadores de Barcelona han sido los protagonistas del nuevo hito médico. Las primeras placentas artificiales están a un paso menos de ser una realidad. Los resultados obtenidos en la primera fase han supuesto un éxito para el transcurso de la investigación y han demostrado la viabilidad de este nuevo avance.
El centro clínico y de investigación BCNatal, adscrito a los hospitales Sant Joan de Déu y Clínic de Barcelona comenzó hace tres años este proyecto llamado 'CaixaResearch Placenta Artificial', impulsado por la Fundación "la Caixa". Su objetivo ha sido crear una placenta artificial capaz de poder prolongar un desarrollo fetal adecuado en los bebés prematuros y minimizar el riesgo de mortalidad y de secuelas dadas en estos casos.
Esta placenta artificial recrea las condiciones del vientre materno y podría aumentar las posibilidades de supervivencia y reducir las secuelas. No obstante, de momento el sistema ha sido probado con ovejas en una primera fase. Y sus resultados han demostrado la viabilidad del hallazgo al haber conseguido la supervivencia durante 12 días.
Un nacimiento prematuro significa que un bebé nace demasiado pronto, antes de la semana 37 del embarazo. Este hecho puede suponer graves problemas de salud para los bebés a corto y largo plazo. Además, es probable que los recién nacidos deban permanecer en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales del hospital, donde se les brinda una atención especial y se les realiza un seguimiento de salud. Sin embargo, con este nuevo avance médico se reducirán las secuelas que los embarazos prematuros conllevan y su alta mortalidad.
Algunas de las secuelas a corto plazo que un nacimiento prematuro puede conllevar son problemas respiratorios, cardiacos, cerebrales, de control de temperatura, digestivos y sanguíneos, entre otros. En el caso de las secuelas a largo plazo, algunas son problemas de aprendizaje, visión, audición conductuales y de salud mental y parálisis cerebral.
El Director BCN natal y líder del proyecto, Eduard Gratacón, ha señalado lo que este este singular proyecto puede traer al ámbito sanitario: "Podríamos reducir el punto teórico del nacimiento. Reducir la mortalidad a menos de la mitad o a un 20% de la que existe ahora y las secuelas de una forma radical".
Además, según las previsiones del equipo, "si todo va bien, en dos o tres años" podrían comenzar los ensayos clínicos en el contexto de terapia uso compasivo para humanos y en menos de cinco años estaría disponible para la práctica clínica.