Bebés
Desde la Universidad de Viena han estudiado los riesgos de las incubadoras para los bebés.
Un equipo de científicos de la Universidad de Viena, en Austria, ha descubierto ciertos riesgos que presentan las incubadoras para los bebés. Aunque para los prematuros puede resultar de vital importancia, sus consecuencias pueden durar toda la vida y es que, amortiguan ciertos sonidos, pero amplifican otros, algo que puede ser dañino para la audición de los bebés.
Hay estudios que han demostrado que la unidad de cuidados intensivos neonatales (UCIN) es un entorno ruidoso, de manera que los bebés que pasan un tiempo largo allí tienen mayores tasas de discapacidad auditiva, algo que puede provocar retrasos en la adquisición del lenguaje.
En el trabajo publicado en la revista científica 'Frontiers in Pediatrics', lo que querían los investigadores es averiguar el motivo por el que hay muchos más bebés prematuros con deficiencias auditivas. "Creemos que lo que hemos medido en nuestros estudios podría ser una de las causas principales. Sin embargo, para saber cómo proteger a los bebés prematuros de tales niveles de ruido, se necesita información precisa sobre el entorno", explica uno de los líderes de la investigación, Christoph Reuter.
La diferencia que experimentan los bebés con el ruido
El ruido de las incubadoras que experimentan los bebés prematuros es muy distinto con el del entorno uterino. El líquido amniótico amortigua el sonido procedente del exterior del útero, y la mayoría de los sonidos que se escuchan en el útero son de baja frecuencia, prácticamente sin ruidos bruscos.
Sin embargo, los sonidos en las incubadoras amortiguan menos con muchos componentes de alta frecuencia y ruidos bruscos. Hay unos límites de ruido recomendados, pero a menudo se superan, sobre todo cuando se manipulan o abren las incubadoras.
El estudio se centra en ruidos de la vida real y sus niveles
Este estudio se centra en diversos ruidos de la vida real y sus niveles, además de en sus características tímbricas, con dos objetivos principales. Por un lado, describir el entorno de la UCIN y la incubadora y por otro, sensibilizar presentando material interactivo de situaciones reales.
Lo que hizo el equipo para investigar la calidad del sonido es colocar un maniquí de simulación dentro de una incubadora equipada con micrófonos de medición en el Centro de Simulación Pediátrica de la Universidad Médica de Viena y grabaron diferentes sonidos de la UCIN desde dentro y desde fuera de la incubadora para analizarlos y determinar cómo habían sido modificados por la incubadora.
Lo que descubrieron
El equipo descubrió que la incubadora tendía a amortiguar la mayoría de los sonidos, pero también hacía algunos sonidos resonaran dentro de su cavidad, lo que creaba un efecto de ampliación y elevaba el nivel de ruido hasta 28 decibelios.