Tiroteo Texas
Familiares, amigos y vecinos de Uvalde celebran una vigilia por las víctimas del tiroteo en la escuela primaria Robb.
No pueden contener las lágrimas porque lo que ha pasado y en Uvalde es la peor matanza ocurrida en Estados Unidos desde 2012. Este martes, Salvador Ramos, un joven de 18 años y estudiante de secundaria de la misma escuela, mató a 19 niños, de entre 8 y 11 años, y dos profesoras. Lo hizo poco antes de disparar a su abuela. Un crimen premeditado que había anunciado en redes sociales.
Se atrincheró en un aula
Con un chaleco antibalas, Ramos se subió a un vehículo en dirección al centro escolar. Antes de llegar tuvo un accidente y se estrelló cerca de una zanja ubicada a pocos metros del lugar al que se dirigía. Algunos transeúntes se acercaron para ofrecerle ayuda, pero él respondió con tiros. Tras ello, y a pesar de la seguridad, logró colarse e irrumpir en la escuela. Ahí comenzó la tragedia que duró unos 45 minutos.
Cuando las autoridades llegaron, el atacante estaba atrincherado en el salón de actos en el que minutos antes había disparado a bocajarro a las víctimas. Los agentes lo abatieron a tiros para evitar que el número de muertos fuera mayor. Todas las víctimas del tiroteo fueron encontradas en esa clase.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, ha asegurado que este cruel asesinato no tiene que ver con el fácil acceso a las armas de fuego en EE UU, sino con un problema de salud mental.
Dolorosa vigilia en Uvalde
Familiares, amigos y vecinos de Uvalde han celebrado una larga vigilia por las víctimas del tiroteo. Los actos en recuerdo a los fallecidos se han llevado a cabo en el salón de eventos Uvalde County Fairplex, en San Antonio y en Austin, capital del estado de Texas. "Gracias a todos los que se solidarizaron con nuestros vecinos en Uvalde esta noche", ha dicho el alcalde de San Antonio, Ron Nirenberg.