Estados Unidos
El gobernador de Florida anuncia su retirada en las primarias del partido republicano. Donald Trump y Nikki Haley pelearán por ser el candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos.
Ron DeSantis, gobernado de Florida, ha dado este domingo un paso a un lado y ha anunciado su retirada en la carrera por liderar al partido republicano en las elecciones a la presidencia de Estados Unidos. El político de 45 años anunciaba en un vídeo su decisión de no seguir en la pelea por liderar a los republicanos en las próximas elecciones, por lo que la batalla queda reducida a un pulso entre Donald Trump, el máximo favorito, y la exembajadora estadounidense ante la ONU Nikki Haley.
Además, el gobernador de Florida dio su apoyo al expresidente Trump para tratar de presidir de nuevo Estados Unidos y ganar las elecciones a Joe Biden.
"No tenemos un camino claro para la victoria. Por eso, hoy suspendo mi campaña", explicó De Santis en un vídeo difundido a través de sus redes sociales, cuando faltan dos días para las primarias decisivas de Nuevo Hampshire.
De Santis aseguró que "está claro que la mayoría de los votantes de las primarias republicanas quieren darle una nueva oportunidad a Donald Trump" y, pese a reconocer que ha mantenido "desacuerdos" con el expresidente, afirmó que es mucho mejor opción que el actual presidente, Joe Biden.
"Tiene mi respaldo porque no podemos volver a la vieja guardia republicana de antaño", indicó el gobernador de Florida.
En lo caucus de Iowa del pasado 15 de enero, la primera cita de la contienda republicana, De Santis logró el segundo puesto, por detrás de Trump y por delante de Haley. Sin embargo, los sondeos lo sitúan en el tercer lugar, muy por detrás de sus dos rivales, en las primarias clave de New Hampshire, que se celebrarán el próximo martes.
De hecho, el gobernador renunció el sábado a hacer campaña en ese estado del noreste del país y canceló varias entrevistas que tenía previstas este domingo con televisiones estadounidenses. Aunque Trump es el gran favorito de las primarias, Nikki Haley se ha volcado en la campaña en Nuevo Hampshire para recortar distancias y erigirse como la alternativa a Trump dentro del partido.