CONTINÚA LA INVESTIGACIÓN POLICIAL
Las autoridades federales acusaron a dos estudiantes kazajos y un estadounidense de ayudar a Dzhokhar Tsarnaev y obstruir a la justicia en una nueva vuelta de tuerca a la investigación sobre el atentado de Boston del pasado 15 de abril, que dejó tres muertos y 280 heridos.
En la demanda judicial presentada ante un tribunal de Massachusetts, los investigadores detallan cómo los estudiantes kazajos Azamat Tazhayakov y Dias Kadyrbayev, y el estadounidense Robel Phillipos, todos de 19 años, acudieron al dormitorio de Dzhokhar Tsarnaev en la Universidad de Massachusetts Dartmouth poco después de ver las imágenes divulgadas por el FBI el 18 de abril de los sospechosos.
Previamente, Tazhayakov había recibido un mensaje de texto de Tsarnaev en el que éste le decía: "Estoy a punto de irme si necesitas algo de mi habitación agárralo". En la habitación de Dzhokhar, hallaron una mochila con fuegos artificiales de los que se había extraído la pólvora y un frasco de vaselina, lo que provocó que Tazhayakov dedujese que su amigo podría estar implicado en la explosión de las bombas a la conclusión del maratón de Boston.
De allí, se llevaron la mochila con los fuegos artificiales, el frasco de vaselina y el ordenador personal de Dzhokhar. Al día siguiente, el 19 de abril, vieron en las noticias los nombres de los hermanos Dzhokhar y Tamerlan Tsarnaev como sospechosos, y que el último habría resultado muerto, por lo que decidieron arrojar a la basura estos materiales para "ayudar a su amigo a evitar problemas".
Los dos kazajos fueron detenidos el pasado 20 de abril por supuesta violación de sus visados migratorios. Phillipos, por su parte, fue interrogado hasta cuatro veces durante las cuales cambió en varias ocasiones su testimonio, aunque finalmente reconoció haber entrado en la habitación de Dzhokhar con sus amigos para verificar si era el sospechoso.
No obstante, aseguró desconocer donde acabaron los objetos, ya que fueron Tazhayakov y Kadyrbayev quienes se quedaron con ellos. Los tres estudiantes comparecieron por primera vez en una audiencia preliminar ante un tribunal de Massachusetts donde se les leyeron las cargos y sus derechos.
Los dos kazajos se enfrentan cargos por obstrucción a la justicia que los podrían llevar a condenas de un máximo de 5 años de cárcel, mientras que Phillipos es acusado de mentir a las autoridades lo podría acarrearle un máximo de 8 años de cárcel.
Robert Stahl, abogado de defensor de Dias Kadyrbayev, señaló que su cliente ha rechazado los cargos. Por su parte, Harland Protass, que representa a Azamat Tazhayakov, afirmó a la salida del juzgado que éste se encuentra en estado de "shock y horrorizado" de saber que alguien a quien conocía estuvo involucrado en el atentado.
Las autoridades federales resaltaron que ninguno de los tres estudiantes habían participado en la planificación ni lo conocían de antemano. El anuncio supone un paso más en la investigación de los atentados en Boston que conmocionaron al país el pasado mes.
Esta semana, el FBI informó que había hallado ADN de una mujer en al menos una de las bombas utilizadas en los atentados, pero no ha determinado aún de quién se trata o si está implicada en la elaboración de los explosivos.
Los investigadores federales conversaron con Katherine Russell, la viuda de Tarmelan, y afirmaron que se había mostrado cooperativa, pero no ofrecieron más detalles al respecto. El propio presidente estadounidense, Barack Obama, se pronunció ayer sobre la investigación en rueda de prensa y subrayó la labor "ejemplar" de las autoridades policiales en relación con el atentado en Boston, ante críticas de que se pudo hacer más para evitarlo.
De momento, el presunto co-autor de la matanza, Dzhokhar, permanece internado en el módulo hospitalario de una prisión del estado de Massachusetts. Se espera que permanezca allí al menos hasta el 30 de mayo, cuando deba comparecer en la primera audiencia judicial del caso que el Gobierno de EEUU presentó contra él y que le acusa del uso de "armas de destrucción masiva" contra personas, lo que le expone a la pena de muerte o a cadena perpetua si es declarado culpable.