DENUNCIA LAS CONDICIONES LABORALES

Una estadounidense encuentra en un juguete una carta de socorro de un trabajador chino

Una mujer de Oregón (Estados Unidos) encuentra en una caja de juguetes la carta de un trabajador chino en la que pide ayuda. Aunque Human Rights Watch no puede verificar la autenticidad de la carta, la asociación asegura que las afirmaciones hechas en la nota se ajustan a lo que ya se sabe acerca de las condiciones de trabajo en los campos de trabajo en China.

Una mujer de Oregón (Estados Unidos) ha encontrado una carta dentro de una caja de juguetes que, supuestamente, sería de un trabajador "perseguido". Julie Keith, de 42 años, cree que la carta que encontró es auténtica, y en ella el autor quiere ponerse en contacto con el mundo exterior para tratar de poner fin a las condiciones de trabajo inhumanas por las que estaría pasando.

"Si compra este producto, por favor reenvíe la carta a la Organización Mundial de los Derechos Humanos", se puede leer en la carta. "Aquí, miles de personas están siendo perseguidas por el Gobierno del Partido Comunista de China", añade. La carta está escrita en inglés, pero no tiene firma.

El autor de la carta explica que el juguete en el que insertó la nota fue fabricado en la unidad 8, departamento 2 del campo de trabajo de Masanjia, en el noreste de China. "Los empleados tienen que trabajar 15 horas sin sábados, domingos o festivos de descanso. En caso contrario, son castigados, golpeados e insultados. El sueldo es de apenas 10 yuanes (unos 1,20 euros) al mes".

Human Rights Watch también ha revisado la nota. "No estamos en condiciones de confirmar la veracidad o el origen de la carta", asegura Sophie Richardson, directora de la asociación en China. Sin embargo, dice que "es justo decir que lo que se describe en la carta se ajusta a lo que sabemos sobre las condiciones en los campos de trabajo".

Sears Holdings Corporation, que opera la empresa Kmart en la que se fabricó el juguete, ha emitido un comunicado en el que afirma que trabaja para "asegurar que los vendedores y las fábricas que producen mercancías para la empresa cumplan con todas las leyes laborales locales". La compañía entiende la gravedad de esta acusación y continuarán investigando lo sucedido, según el comunicado.

Por su parte, Julie Keith quiere que la gente reflexione sobre cómo los juguetes van a parar a las estanterías. "A no ser que realmente lo necesite, no voy a comprar productos que estén fabricados en China", asegura.

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