WASHINGTON | JOSÉ ÁNGEL ABAD
El mensaje es de bienvenida porque para la Casa Blanca la fase inicial de los cambios en Egipto terminan razonablemente bien. La Administración Obama entendió desde el principio que debían ponerse del lado de los manifestantes.
El mensaje que lanza ahora Estados Unidos al nuevo régimen tiene dos claves. Se recuerda que solo vale la democracia como destino final y se espera que Egipto respete los acuerdos internacionales.
Este sábado se conoce que el miércoles los militares presentaron a EEUU el plan para suceder a Mubarak aunque se echaron atrás a última hora hasta que el viernes por la mañana le volvieron a explicar de manera más inequívoca su deseo de que se marchara.