Gobierno de España
El presidente Pedro Sánchez anuncia su decisión de quedarse en el cargo.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anuncia que se queda al frente del Gobierno. Así lo ha manifestado en la declaración institucional en directo desde la Moncloa. "He decidido seguir", ha anunciado en la que probablemente es la decisión más difícil de su carrera y por la que se ha tomado cinco días para meditarla.
"Queremos agradecer, de corazón, las muestras de solidaridad y empatía de todos los ámbitos sociales (...) Gracias a esa movilización social que ha influido decisivamente en mi decisión, quiere compartir con todos ustedes lo que finalmente he decidido. He decidido seguir, seguir con más fuerza si cabe al frente de la Presidencia del Gobierno de España", declara asegurando que el jefe del Estado, el rey Felipe VI, ya ha sido informada de ello.
Pedro Sánchez asegura que la decisión es un "punto y aparte" y que se compromete a trabajará con "firmeza" por la regeneración de la democracia y por el "avance y consolidación" de los derechos sociales.
"Solo hay una manera de revertir esta situación, que la mayoría social se movilice por la dignidad y el sentido común, poniendo freno a la política de la vergüenza", añade.
Ha iniciado la comparecencia enumerando las razones por las que "no merece la pena" seguir en el cargo y cumplir con las funciones de presidente. "Duele vivir esta situación. No se lo deseo a nadie", asegura. "Hay veces que la única forma de avanzar es detenerse, reflexionar y decidir con claridad por dónde queremos actuar".
Ante la noticia de su continuidad, Salvador Illa, Alberto Garzón, el delegado del Gobierno en Madrid, o José Manuel Albares han indicado que esta es la decisión "correcta". Por otro lado, la organización Manos Limpias lamenta que Sánchez no dimita y anuncia más pruebas que apuntarán esta vez al propio presidente
El secretario general de Manos Limpias, Miguel Bernad, apunta que la decisión que ha tomado "puede hundir tremendamente a su propio partido". "Van a aparecer bastantes más pruebas donde no solamente la incriminan a ella, a Begoña Gómez, sino también a él", ha afirmado.
El presidente del Ejecutivo, ha pedido que "la mayoría social se movilice en una apuesta decidida por la dignidad y el sentido común, poniendo freno a la política de la vergüenza que llevamos demasiado tiempo sufriendo".
"O decimos basta o esta degradación de la vida pública determinará nuestro futuro condenándonos como país (...) Esto nos es una cuestión ideológica, estamos hablando de respeto (...) la pregunta es sencilla ¿queremos esto para España?", formulaba antes de dar su veredicto. "Debemos decidir qué tipo de sociedad queremos ser y creo que nuestro país necesita hacer esta reflexión colectiva. De hecho, durante estos cinco días ya hemos comenzado a hacerla. Una reflexión colectiva que abra paso a la limpieza, a la regeneración y al juego limpio".
A continuación, el discurso íntegro de Pedro Sánchez anunciando que se queda como presidente del Gobierno.
"Buenas tardes, como saben, el pasado miércoles escribí una carta dirigida a toda la ciudadanía. En ella les planteaba si merecía la pena soportar el acoso que desde hace 10 años sufre mi familia, de presidir el gobierno de España. Hoy, tras estos días de reflexión, tengo la respuesta clara.
Si aceptamos todos, como sociedad, que la acción política permite el ataque indiscriminado a personas inocentes. Si consentimos que la contienda partidista justifique el ejercicio del odio, de la insidia y de la falsedad hacia terceras personas, entonces no merece la pena.
Si las mentiras más groseras sustituyan el debate respetuoso y racional basado en evidencias, entonces no merece la pena. Por muy alto que sea, no hay honor que justifique el sufrimiento injusto de las personas que uno más quiere y respeta.
Y ver cómo se intenta destruir su dignidad sin el más mínimo fundamento. Tal y como les anuncié, necesitaba parar y reflexionar sobre todo ello. Y sé que la carta que les envié pudo desconcertar, porque no obedece a ningún cálculo político. Y es cierto.
Soy consciente de que he mostrado un sentimiento que en política no suele ser admisible. He reconocido ante quienes buscan quebrarme, no por quién soy, sino por lo que represento, que he dudado. Esta situación, que no deseo a nadie. También porque, sea cual sea nuestro oficio, nuestra responsabilidad laboral, vivimos en una sociedad donde sólo se nos enseña y se nos exige mantener la marcha a toda costa.
Pero hay veces en que la única forma de avanzar es detenerse, reflexionar y decidir con claridad por dónde queremos caminar. He actuado desde una convicción clara, o decimos basta o esta degradación de la vida pública determinará nuestro futuro, condenándonos como país.
Es cierto que he dado este paso por motivos personales, pero son motivos que todo el mundo puede entender y sentir como propios, porque responden a valores troncales de una sociedad solidaria. Y familiar, como es la española, porque esto no es una cuestión ideológica. Estamos hablando de respeto, de dignidad, de principios que van mucho más allá de las opiniones políticas y que nos definen como sociedad.
Esto nada tiene que ver con el legítimo debate entre opciones políticas. Tiene que ver con las reglas del juego. Si consentimos que los bulos deliberados dirigen o dirijan el debate político, si obligamos a las víctimas de esas mentiras a tener que demostrar su inocencia en contra de la regla más elemental de nuestro estado de derecho, si permitimos que se vuelva a relegar el papel de la mujer al ámbito doméstico teniendo que sacrificar su carrera profesional en beneficio de la de su marido, si en definitiva permitimos que la sin razón se convierta en rutina, la consecuencia será que habremos hecho un daño irreparable a nuestra democracia.
Exigir resistencia incondicional a los líderes objeto de esa estrategia es poner el foco en las víctimas y no en los agresores, y confundir libertad de expresión con libertad de difamación es una perversión democrática de desastrosas consecuencias.
Por tanto la pregunta es sencilla ¿queremos esto para España? Mi mujer y yo sabemos que esta campaña de descrédito no parará. Llevamos 10 años sufriéndola. Es grave, pero no es lo más relevante. Podemos con ella.
Lo importante, lo verdaderamente trascendente, es que queremos a España. Quiero agradecer de corazón las muestras de solidaridad y de empatía que hemos recibido de todos los ámbitos sociales. Lógicamente me van a permitir un agradecimiento especial a mi querido Partido Socialista.
La movilización social que ha influido decisivamente mi reflexión y que vuelvo a agradecer, quiero compartir con todos ustedes lo que finalmente he decidido. De ello he informado previamente al Jefe del Estado esta misma mañana. He decidido seguir, seguir con más fuerza si cabe al frente de la presidencia del Gobierno de España.
Esta decisión no supone un punto y seguido, es un punto y aparte, se lo garantizo.
Asumo ante ustedes mi compromiso de trabajar sin descanso, con firmeza y con serenidad por la regeneración pendiente de nuestra democracia y por el avance y la consolidación de derechos y de libertades. Asumo la decisión de continuar con más fuerza si cabe al frente de la presidencia.
Solo hay una manera de revertir esta situación. Que la mayoría social, como ha hecho estos cinco días, , se movilice en una apuesta decidida por la dignidad y el sentido común, poniendo freno a la política de la vergüenza que llevamos demasiado tiempo sufriendo.
Porque esto no va del destino de un dirigente particular. Eso es lo de menos. Se trata de decidir qué tipo de sociedad queremos ser. Y creo que nuestro país necesita hacer esta reflexión colectiva. De hecho, durante estos cinco días ya hemos comenzado a hacerla. Una reflexión colectiva que abra paso a la limpieza, a la regeneración, al juego limpio.
Llevamos demasiado tiempo dejando que el fango colonice impunemente la vida política, la vida pública, contaminándonos de prácticas tóxicas inimaginables hace apenas unos años. Apelo, en consecuencia, a la conciencia colectiva de la sociedad española. Una sociedad que, desde el acuerdo generoso, supo sobreponerse a las terribles y profundas heridas del peor de sus pasados.
Una sociedad que consiguió vencer de manera ejemplar todos los desafíos democráticos que sufrió. Que superó con éxito una pandemia. Que, pese al difícil contexto geopolítico que sufrimos con guerras en Oriente Medio y en Ucrania, vive un muy buen momento económico. Y respira paz social. Una sociedad que asombró al mundo por su aceptación entusiasta de los derechos y de las libertades pasando de ser un país oscuro a un referente internacional de libertades y de democracia, de progreso y de convivencia.
Hoy pido a la sociedad española que volvamos a ser ejemplo, inspiración para un mundo convulso y herido, porque los males que nos aquejan no son ni mucho menos exclusivos de España. Forman parte de un movimiento reaccionario mundial que aspira a imponer su agenda regresiva mediante la difamación y la falsedad, el odio y la apelación a miedos y amenazas que no se corresponden ni con la ciencia ni con la racionalidad.
Mostremos al mundo cómo se defiende a la democracia. Pongamos fin a este fango de la única manera posible, mediante el rechazo colectivo, sereno, democrático, más allá de las siglas y de las ideologías que yo me comprometo a liderar con firmeza como presidente del Gobierno de España. Gracias".
El presidente Sánchez decidió cancelar su agenda oficial para "reflexionar" sobre si merecía la pena seguir al frente del Gobierno de España. El detonante de esta crisis fue la denuncia presentada por Manos Limpias contra Begoña Gómez, esposa de Sánchez, por presunto tráfico de influencias y corrupción. Lo calificó como una campaña "de acoso y derribo" por parte de la derecha y ultraderecha.
Durante este tiempo, nadie se ha atrevido a predecir lo que iba a ocurrir hoy. Simpatizantes, militantes, ministros y compañeros del PSOE han aprovechado el fin de semana y la celebración del Comité Federal socialista en la sede de Ferraz para apoyar al presidente del Ejecutivo y pedirle que se quede.
Miles de personas se manifestaron el sábado bajo el lema 'Por amor a la democracia' en un recorrido que ha partido desde Atocha y que ha llegado hasta el Congreso de los Diputados. Durante el recorrido se han podido escuchar diversos cánticos en apoyo a Pedro Sánchez pidiéndole que no dimita y que no se rinda.
El PSOE también transformó la reunión de su Comité Federal del sábado prevista para aprobar la candidatura a las elecciones europeas. "Pedro, quédate", fue el mensaje con el que la número dos del Gobierno y del PSOE, María Jesús Montero, abrió su intervención.
La oposición acusa a Pedro Sánchez de "victimismo". El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, afirmaba este domingo que el presidente "representa el pasado", decida lo que decida sobre su cargo, tras haber traído "decadencia y división" a España.
"Irse o quedarse es lo de menos", ha indicado Feijóo, que ha acusado a Sánchez de ser "un presidente dimitido desde el primer día de la legislatura" al haber "arrebatado la dignidad de nuestro país entregándosela a partidos que no creen en nuestro país".
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