LA XUNTA INVESTIGA A LA FAMILIA DEL DICTADOR
El Pazo de Meirás, en venta desde 2018 y objeto de una demanda del Gobierno contra los herederos de Franco por compra fraudulenta, vuelve a ser objeto de controversia y de nuevo con la familia del dictador, a la que la Xunta ha abierto diligencias por no respetar el régimen de visitas, tras las quejas del Ayuntamiento de Sada, donde se ubica esta residencia señorial.
Según el proceder habitual, es necesario llamar para reservar y asegurar el pase, pero los interesados denuncian que nadie contesta al teléfono fijado a tal efecto, tampoco a los correos electrónicos, y es por ello que el Gobierno gallego investigará si esto es cierto porque, de ratificarse, la Fundación Franco, que gestiona el acceso, estaría incumpliendo la obligación de abrir al público como mínimo 4 días al mes, como ocurre con todo Bien de Interés Cultural (BIC).
El Ayuntamiento de Sada ha dado traslado de todos estos percances al Ejecutivo que preside Alberto Núñez Feijóo (PP) porque, como ha contado a Efe el alcalde de este municipio coruñés, Benito Portela (Sadamaioría), han recibido llamadas de "diferentes usuarios que tenían dificultades para ver el Pazo en el mes de agosto", y como ya antes hubo y en reiteradas ocasiones problemas en este sentido, pues han puesto todo en conocimiento de la Administración autonómica.
"Este el cuarto año que transmitimos las dificultades; nosotros nos hemos ofrecido a gestionar las visitas para facilitar, y evitar que se produzcan estos conflictos cada verano", ha detallado Portela, que además ha recordado que en el año 2017 llegaron a alterarse incluso las horas de visita sin avisar, "cuando había gente con plaza reservada".
Harto de todo ello, como confiesa, el regidor solamente espera que prospere la denuncia de la Abogacía del Estado y que "se finalice con esta vergüenza que es que los herederos del dictador sigan detentado la propiedad del Pazo de Meirás 44 años después".
José Ricardo es un turista de Vigo que, como otros, ha intentado este jueves acceder a la mansión y ha compartido la "desilusión" vivida, dado que "se ha encontrado con las puertas cerradas". No obstante, ha asumido que era esperable, dado que llamaron al teléfono para reservar y nadie atendió al otro lado.
La Fundación Francisco Franco, sin embargo, ha tildado de falsas estas críticas vertidas y en su web han hecho constar que este agosto "las visitas se están realizando todos los viernes con absoluta regularidad y dentro del cupo máximo de personas establecido".
Además, argumentan que "la atención telefónica de reservas en el mes de agosto se ha reducido a solo dos días laborables, durante los que se han atendido todos y cada uno de los mensajes dejados en el buzón de voz y los correos electrónicos recibidos".
Sea como fuere, la resolución de este entuerto recae ahora en la Xunta, dado que, como explica a Efe el historiador Carlos Babío, coautor del libro "Meirás: un pazo, un caudillo, un expolio", justo "es la Consellería de Cultura la que tiene que tomar las medidas" para "hacer cumplir la legislación que se establece para los BIC -Meirás lo es desde 2008- a través de la Ley de Patrimonio Cultural de Galicia". De este modo, ha considerado que "es correcto que se abra un expediente por incumplimiento". En 2017 ya se había impuesto una multa de 4.500 euros a Carmen Franco por no cumplir el régimen de visitas, la cual nunca llegaría a abonarse, porque ella falleció antes de saldar tal deuda.