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Especies amenazadas

El cambio climático provoca que ya sean más de 5000 las especies amenazadas

El oso polar o el rinoceronte negro podrían extinguirse si no se hace algo que pueda evitar la amenaza a la que están sometidas más de 5000 especies por el cambio climático.

Este martes 15 de agosto, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) ha publicado la última Lista Roja de Especies Amenazadas, que indica que ya son 5200 las especies animales que se encuentran en peligro de extinción. Este informe es el más completo a nivel mundial, que recoge toda la información relacionada sobre las diferentes especies animales y de plantas.

Esta es una de las muchas consecuencias negativas que el cambio climático tiene en nuestro planeta, además del calentamiento del agua de los mares y un aumento de la sequía en distintos puntos del mundo.

El oso polar y el rinoceronte negro son las dos especies que se encuentran más amenazadas. De hecho, podrían incluso llegar a desaparecer si no se ponen medidas que reviertan esta situación. En España son casi 200 las especies que se encuentran en esta lista y destacan, sobre todo, el oso pardo y el lince ibérico.

¿Por qué el cambio climático es una amenaza para las especies animales?

En un principio, podría parecer que el cambio climático no puede llegar a afectar a los animales. Sin embargo, sí lo hace. Los cambios extremos de temperatura, los fenómenos meteorológicos cada vez menos predecibles, la subida del nivel de los mares, el aumento de la sequía y la desertización de distintas zonas o la cada vez mayor temperatura en las aguas del planeta, entre otras consecuencias, son las principales causantes de que más de 5000 especies estén amenazadas.

Si se quieren conservar todas las especies animales que existen a día de hoy, es de vital importancia que se tomen medidas drásticas entre todos que puedan frenar o, al menos ralentizar, los inevitables efectos del cambio climático.

Cómo está la situación del lince ibérico

A principios del pasado mes de julio, un estudio de la Estación Biológica de Doñana (EBD) determinó que la población del lince ibérico "no es viable a largo plazo".

La viabilidad genética de estos animales solo sería posible si se aumenta hasta llegar a las 1100 hembras que puedan reproducirse, es decir, que se aumenten las subpoblaciones entre el 50% y el 200%.