El último recurso de un parado de Zaragoza
El caso de Francisco Javier es uno más de los millones de personas que buscan trabajo en España y no encuentran nada. Asegura que una noche "se le encendió una bombilla" y decidió que tenía que hacerse visible, convertirse en un reclamo.
Su madre regentaba un comercio que acababa de dejar vacío. Francisco Javier decidió ocupar el escaparate para llamar la atención. Allí tiene las puertas abiertas a quien quiera darle una oportunidad laboral.
Desde su oficina de parado con vistas a la calle gestiona su propia página web y, sobre todo, espera a que alguien necesite un profesional como él. Dice que no tiene problemas para aceptar cualquier tipo de trabajo, pero que lo suyo es cualquier actividad relacionada con económicas, contabilidad, marketing, publicidad o social media.
De momento, ha recibido muy pocas visitas que en su local. Sabe que el tiempo se le acaba y no se hace ilusiones. Si en las próximas semanas no consigue nada, Francisco Javier emigrará a Inglaterra. Allí buscará la oportunidad que aquí no tiene.