Francia
La camionera Karol Alaska asegura que está siendo una "locura" circular por Francia con la mercancía peligrosa que transporta desde Bélgica a España.
Los camioneros atrapados en Francia cuentan la odisea que supone atravesar el país con la mercancía en mitad de las protestas y piquetes. Tienen que coger rutas alternativas, atravesar pueblos, circular por calles estrechas para llegar a su destino.
"He tenido que buscar alternativas porque las rutas habituales están cortadas. Mi primera preocupación es que transporto una cisterna con mercancías peligrosas y tengo muchas restricciones en muchos sitios" como túneles, narra Karol Alaska, una camionera colombiana que lleva residiendo 15 años en España.
Alaska viene desde Bélgica y tenía que entregar la mercancía este jueves a las 08.00 horas en Mollet del Vallés, aunque todavía se encuentra a centenares de kilómetros del destino y asegura que es imposible entregarla a tiempo.
"Está todo saturado. No hay dónde descansar. Los camiones en las aceras, en las rotondas, por el medio de los pueblos donde no cabemos... Una auténtica locura", explica la mujer. Los camioneros están atrapados durante horas.
Ha pasado la noche en una zona oscura, sin baño, ni duchas ni agua y no se puede bajar del camión porque va ella sola y se siente insegura. Está preocupada porque transporta aminas, un compuesto químicos orgánicos derivados del amoníaco y que está considerado como mercancía peligrosa y tiene que atravesar piquetes. "Creo que este tipo de mercancía no les interesa, pero el malestar que genera y tener que pasar por un lugar donde ves todo prohibido para mercancías peligrosas...".
La tensión entre los agricultores franceses y la policía aumentaba después de que varios campesinos -ya detenidos- trataran de entrar en el mercado de abastos de Rungis, al sur de París, considerado una "línea roja" por el Gobierno.
El presidente, Emmanuel Macron, ha cedido en algunas de las reivindicaciones agrarias: renunció a suprimir las ayudas al gasóleo, simplificó algunos trámites y obtuvo de Bruselas concesiones sobre el barbecho y las importaciones de cereal ucraniano.
Un millar de tractores han llegado a Bruselas desde distintos puntos de Europa para bloquear la ciudad donde se reúnen los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea con el objetivo de reclamar más apoyos para el campo y denunciar los altos costes que dicen afrontar para cumplir con los nuevos objetivos climáticos y de sostenibilidad.
'Hartos de promesas, queremos actos', es uno de los textos que se pueden leer en las pancartas de los manifestantes.
Las autoridades han reforzado el estricto dispositivo policial que se despliega cuando la ciudad acoge cumbres europeas y han cortado la circulación de los principales ejes de acceso a la zona.