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Desabastecimiento

Canibalismo entre cerdos ante la falta de pienso por la huelga de transporte

La escasez de suministros provoca una lucha por la supervivencia en algunas granjas.

El paro del transporte provoca problemas en el abastecimiento de los ganaderos. En esta explotación porcina de Valencia de las Torres, en Badajoz, la situación se ha vuelto insostenible. Los ejemplares de mayor volumen, los de más de 50 kilos de peso, devoran a los pequeños.

Acostumbrados por genética a engullir todo lo que tienen alrededor, ahora sin alimento, se atacan unos a otros. Un escenario de “impotencia y rabia” asegura Manuel Ortiz, el propietario de esta granja, que nunca antes había visto algo parecido en 20 años de profesión.

Ya han perdido a diez de sus animales y para evitar una mayor sangría, se ha visto obligado a separles en corrales distintos. De esta manera, además, pueden controlar y dar a las crías una ración mayor de pienso.

Necesitan alrededor de 60 toneladas semanales de comida para todos sus cerdos, y ahora mismos tan solo están recibiendo un tercio de ese consumo. Y no solo eso, la escasez de productos está provocando una subida de precios. Ahora pagan alrededor de 100 euros más por tonelada.

Una situación crítica que también sufre Álvaro: "No tengo un botón para apagarla y que deje de gastar y de comer". Son ellos mismos quienes tienen que ir con sus tractores particulares a buscar la mercancía. Está acumulada en el puerto y no hay camiones para distribuirla.

Marcos García nos enseña los comederos de sus vacas, están prácticamente vacíos. Raciona el alimento para manterlas con vida. Nos explica que cada uno de ellos puede llegar a comer 10 kilos al día, pero a pesar de que acaban de recibir un cargamento, solo les pueden proporcionan la mitad. "De 5.000 kilos que necesitábamos para hoy, con 1.500 nos han apañado", explica.

Las materias primas tampoco llegan a Sevilla. José Manuel Montiel advierte, “tenemos para un par de días y después no tendremos para echarle de comer a las vacas”. El tiempo se agota para los ganaderos. Juan ve cómo cada día su ganado pierde peso y como consecuencia disminuyen sus ingresos. “Hay perdidas porque los terneros pierden kilos y los kilos son dinero”, nos cuenta.

Y en la otra cara de la moneda, fábricas con pienso pero sin transporte para poder suministrar a sus clientes. Por ejemplo en esta de País Vasco, piden a los ganaderos que demanden lo justo, como máximo para una semana porque no hay dicen, abastecimiento para un mes como suelen reclamar. Con sus propios camiones reparten en pequeñas cantidades. Trabajan entre 14 y 16 horas diarias, pero aun así, no parece suficiente.

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