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Subida precios

Ajo, patata y melón, los productos que más se encarecen del campo a la mesa

La sequía está siendo un lastre para el campo porque se produce menos y más caro. Y aún así, les siguen pagando la fruta y la verdura muy por debajo de los precios a los que los compramos en los supermercados.

Los agricultores advierten: el camino que recorre la fruta y la verdura desde el campo hasta el supermercado sale cada vez más caro. Con esta situación reconocen que es muy complicado mantener los cultivos.

El caso de José es un claro ejemplo. Vende el kilo de pimientos a 26 céntimos, pero en los mercados se paga a tres euros. En la misma situación se encuentra Ángel: "A nosotros nos repercute cinco céntimos y lo que sube en la carnicería son dos euros", cuenta.

A ello hay que sumarle los costes de producción, que cada vez son más elevados: "Simplemente la paja, que es hierba seca, nos ha subido al doble. Cuanto más nos lo suben a nosotros, más lo suben en la tienda y más le cuesta al cliente", lamenta.

El costoso trayecto del campo a la mesa

Los precios que cobran los agricultores y ganaderos por sus productos distan de lo que los consumidores pagan por ellos. Esa diferencia es especialmente notable en el ajo, que ha multiplicado su precio por siete. También la patata ha incrementado seis veces más su coste, y algo parecido es lo que ocurre con el melón, que ahora se paga hasta cinco veces más caro. "Los que pagamos el pato somos los de abajo", aseguran.

El problema se repite desde hace varios meses por lo que desde COAG lamentan que "los precios a los agricultores siguen siendo muy limitados mientras se han disparado en los lineales". Por ello piden "un reparto justo del valor en la Ley de la Cadena Alimentaria".

La sequía, un lastre para el campo

Otro problema añadido es el agua. Los agricultores aseguran que las pérdidas por la sequía superan ya los 8.000 millones de euros. En algunos casos las cosechas se han reducido a más de la mitad y en otros, se ha tenido que adelantar la recogida.

La falta de agua también está afectando a muchos pueblos. Los embalses están a menos de la mitad de su capacidad, al 39,2%, y hay restricciones en localidades de Galicia, Extremadura, Cataluña, Andalucía, Navarra, País Vasco y Castilla y León ante el temor de desabastecimiento.

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