Rafa Nadal
Tras conquistar su 14º Roland Garros, Nadal se va a someter a un tratamiento con inyecciones de radiofrecuencia pulsátil. Los médicos, rendidos ante la gesta del balear, explican en qué consiste este tratamiento que tratará de acabar con los dolores del pie izquierdo de Rafa.
"Solo un campeón como Rafael Nadal puede intentar superar una situación como esta". Estas palabras pronunciadas por el doctor Pedro Ripoll el pasado de enero cobran de nuevo su relevancia cinco meses después. En ese tiempo Nadal ha ganado el Open de Australia y su 14º Roland Garros.
Lo increíble es que Nadal lo ha hecho peleando contra una dolencia crónica (síndrome de Müller-Weiss) que arrastra en su pie izquierdo desde 2005, es decir, gran parte de su carrera.
¿En qué consiste el síndrome de Müller-Weiss y cómo afecta al escafoides tarsiano?
Rafa Nadal, que reconoció tras la final ante Rudd que se ha infiltrado antes de cada partido en París para dormir el pie, sabe que no puede seguir así. El síndrome de Müller-Weiss que sufre desde hace años en su pie izquierdo es una displasia, una anomalía en el desarrollo de un tejido de una parte anatómica del organismo, en este caso del escafoides tarsiano. Y el escafoides tarsiano es esencial en la biomecánica del pie.
"El escafoides es el receptor de todo el estrés mecánico que necesita un pie para hacer la carrera", explica el doctor Pedro Ripoll.
Los médicos ven milagroso que Nadal pueda competir y ganar con esa lesión. La mayoría de especialistas coinciden en señalar que con esos dolores la mayoría de los mortales apenas podrían caminar uno metros.
Un tratamiento con inyecciones de radiofrecuencia pulsátil para seguir compitiendo y ganando
El principio de necrosis en el escafoides, un hueso básico para poder caminar o correr, que sufre Nadal obliga al tenista a someterse a un tratamiento con inyecciones de radiofrecuencia pulsátil.
La Clínica del dolor de Madrid detalla en su página web que este tratamiento consiste en "insertar una aguja especial bajo la guía de rayos X o ecografía hasta que se asienta junto al nervio que se va a tratar. Una vez en posición, se da energía a la punta de la aguja utilizando impulsos de radiofrecuencia para reajustar la función a del nervio lesionado o dañado".
Rafa Nadal ha reconocido en una entrevista en Espejo Público que tiene plena confianza en dicho tratamiento, un tratamiento que de funcionar permitiría al balear jugar sin dolor durante un prolongado espacio de tiempo, evitando las infiltraciones que ha usado en su último Roland Garros.
¿Y si no funciona el tratamiento? En ese escenario todo es una incógnita que el propio Nadal aún no se plantea. La otra solución sería operar, una operación que obligaría a Rafa a estar seis meses parado y que no le garantiza que desaparezcan esos dolores.