Rafa Nadal
Desvelamos las claves de la dolencia en el pie que sufre Rafa Nadal desde 2005. "Solo un campeón como Rafael Nadal puede intentar superar una situación como esta", explica el doctor Ripoll.
Hay un enemigo que persigue a Nadal desde hace varios años. Tiene nombre, se llama Müller-Weiss. Y está en su pie, en concreto, en su escafoides. El propio Nadal reconocía tras su victoria ante Hanfmann en la segunda ronda del Open de Australia, que esa lesión no tiene solución.
"Con el escafoides partido por la mitad es difícil que la lesión esté olvidada. Esto es una verdad como un templo y no va a estar olvidada por el resto de mi vida. Lo demás es engañaros a vosotros y engañarme a mí", admitía con sinceridad Rafa Nadal.
¿En qué consiste el síndrome de Müller-Weiss y que afecta al escafoides tarsiano de Rafa Nadal? Se trata de una displasia, una anomalía en el desarrollo de un tejido de una parte anatómica del organismo, en este caso del escafoides tarsiano. Y el problema es que el escafoides tarsiano es esencial en la biomecánica del pie.
"El escafoides es el receptor de todo el estrés mecánico que necesita un pie para hacer la carrera", explica el doctor Pedro Ripoll.
Se trata de una lesión crónica que acompaña a Rafa Nadal desde 2005.
"Para mi es ciencia ficción que pueda jugar con la lesión que tiene", reconoce Sergi Bruguera, capitán español de Copa Davis.
"La incapacidad funcional en el pie es muy notable"
Una lesión crónica que le acompaña desde 2005. En agosto del año pasado Nadal anunciaba que no iba a competir en lo que quedaba de temporada. Su reaparición a comienzos de 2022 fue ilusionante: ganaba en Melbourne. Pero el reto ahora es mayor, el Open de Australia, un grand slam que sólo ha ganado en una ocasión (2009).
"La incapacidad funcional en el pie es muy notable. Solo un campeón como Rafael Nadal puede intentar superar una situación como esta", explica el doctor Ripoll.
Rafa Nadal es consciente de que cuando llegue el momento en el que no pueda competir por los objetivos que se marca pondrá punto y final a su carrera.
"Juego porque me hace feliz y porque me motivan los retos. Si llega un momento que el dolor supera todo lo demás, y te quita la ilusión de lograr los objetivos, es el momento de pensar en otras cosas. Ahora mismo no estoy en esa línea porque he vuelto con muchísima ilusión después de muchos meses sin poder hacer lo que hacía y confío en que así siga. Tengo que estar preparado para aceptar lo que pueda ir viniendo en esta vida", admitía Nadal en Melbourne.
Rafa Nadal ahora solo piensa en su próximo rival en Australia, el ruso Khachanov.