Los hermanos Eren se quedan sin casa y se van a vivir con sus tíos

Las desgracias nunca vienen solas. Después de perder a sus padres, los hermanos tienen que hacer frente a otro problema.

El casero de la casa, en la que viven los hermanos, va a reclamarle el dinero del alquiler.

El hombre le dice que su padre llevaba sin pagar los últimos tres meses del alquiler y Kadir, que no cree lo que le está diciendo, le dice que le pagará cuando encuentre trabajo.

El casero, demostrando que no tiene ni un poco de buen corazón, le dice que no puede esperar más y le dice que lo mejor es que se vayan y dejen la casa.

Kadir le da el dinero que le acaban de dar los compañeros del trabajo de su padre y hasta una tele, pero nada parece suficiente.

“Quédate con toda la casa”, le dice Kadir enfadado, y el hombre le grita que al día siguiente los quiere fuera de su propiedad.

Los hermanos Eren hacen las maletas y no les queda más remedio que irse a vivir a casa de sus tíos.