Raúl y Fran, enfrentados por la situación de Carmen ante las atónitas miradas de Coral y Paloma

Raúl no quiere que su madre cometa una locura. Tiene miedo a que vuelva a repetirse un episodio familiar y, además, Uriarte ha preocupado más a su hijo al mostrarle un desgarrador informe psiquiátrico.

Pero Fran está convencido de que todo es una artimaña de Uriarte. El hombre es capaz de hacer hasta lo imposible para destruir a Carmen.

El creativo no se ha separado del lado de su tía mientras ha estado en el hospital y, tras su confesión, no tiene dudas: Uriarte intentó envenenarla.

Carmen cayó en su trampa, al igual que Raúl. La maldad de Uriarte no tiene límites, pero el joven empresario está convencido de que su padre es una buena persona y, a sus ojos, ha quedado como un héroe al salvarle la vida.

Raúl ha decidido ingresar a su madre en un centro de reposo, siguiendo las recomendaciones de los especialistas.

A pesar de que Coral tampoco está de acuerdo con la decisión, cree que es la mejor opción para ayudar a su madre.

De momento, Carmen tiene prohibidas las visitas: está completamente sola y aislada. Este es el golpe más duro de su vida.

La mujer lo ha intentado todo, pero Uriarte ha ganado todas las batallas. Ahora siente que ha perdido lo más importante de su vida: a su hijo.

Raúl está dispuesto a quitarse el apellido de su madre y adoptar solo los de su padre. Quiere empezar una nueva vida, donde parece que no hay cabida para su madre, que tanto lo ha protegido.