Así concluyen las historias de los hijos de Manolita y Marcelino en Amar es para siempre

En el último capítulo de Amar es para siempre hemos podido ver cómo han cambiado las vidas de nuestros protagonistas tras transcurrir un año. A continuación, te contamos qué ha sido de cada hijo de los Gómez.

Leonor, autora de la historia de los Gómez

Leonor vive en México, con sus trillizas y su marido, Miguel. En su visita a la Plaza de los Frutos le confesó a su abuelo que estaba escribiendo una novela que cuenta la vida de toda la familia en el barrio y le prometió encontrarle un final.

Un año después, Leonor ha firmado una segunda novela y, la primera ha sido adaptada a la televisión. Sigue viviendo en México junto a Miguel y sus hijas, con la esperanza de volver en algún momento.

Su familia está muy orgullosa de ella: todo el mundo conocerá a los Gómez gracias a su novela, la cual además, ha sido adaptada en una serie de televisión.

María encuentra su oportunidad en España

María vivía en Boston junto a Nacho y a la hija de ambos, pero no conseguía ser del todo feliz. Como actriz, solo interpretaba a sirvientas mexicanas y cada vez era más imposible que llegara su oportunidad.

En su regreso a Madrid, Quintero les regaló un sueño: los papeles para rehabilitar a Nacho como abogado y, así, la posibilidad de regresar definitivamente a España.

Ahora, Nacho trabaja con su tío en el despacho y María está inmensamente feliz, tanto en el ámbito personal como profesional. Finalmente, ha encontrado su oportunidad como actriz al interpretar un personaje de la novela de su hermana.

La vida comienza a sonreírle a Lola

Lola ha tenido que sortear muchos obstáculos para poder encontrar a su hija, Malena. Sin embargo, recuperarla no ha sido lo único bueno.

Ahora, junto a Román, Lola sabe a la perfección lo que es la felicidad. Finalmente, se casó y vive en Madrid con el hombre de su vida y su hija.

Luisita sueña con estar en la Plaza de los Frutos

Luisita no es del todo feliz en Mánchester. A pesar de haber conseguido su sueño de ser madre, se ha dado cuenta de que la maternidad no es un trabajo fácil y echa mucho de menos a Amelia cada vez que tiene que viajar por trabajo.

Al volver a Madrid, Luisita quería vivir de nuevo en el barrio, pero Amelia le abrió los ojos. Le hizo darse cuenta de que España no está preparada para recibir a una pareja de mujeres con un hijo, y regresaron a Mánchester.

Manolín, padre primerizo

Manolín vivía en Lovaina con Emma, donde tenía mucho éxito profesional. Emma deseaba volver a España y tener hijos, pero el recuerdo de Marisol atormentaba al joven, que no se atrevía a dar ninguno de los dos pasos.

Cuando visitó Madrid, tuvo una conversación con Marisol en su tumba. Le animó a volver a ser él mismo y recuperar su felicidad.

Manolín siguió a rajatabla el consejo de su hermana y un año después vive en España, trabaja en Garlo, la empresa de juguetes, y está esperando un hijo junto a Emma. Gracias a su hermana volvió a ser feliz.

Ciriaco, el marinero de Marcelino en El Asturiano

A diferencia de lo que les había contado a sus padres, Ciriaco era completamente infeliz en Mánchester. El bar no atravesaba un buen momento y se sentía atormentado por no conseguir hacer ni una croqueta bien, la especialidad de su padre.

Cuando Pelayo anunció su jubilación, vio todo claro. Maribel y él volvieron a España y empezaron a trabajar con su padre en El Asturiano. Ahora es mucho más feliz y puede presumir de sus maravillosas croquetas, las ‘John Wayne’ de la nueva generación.

Catalina lucha por su sueño junto a su familia

Catalina no dudó en coger la beca que le ofrecieron para estudiar en Londres y perseguir su mayor sueño: convertirse en una gran artista. Sin embargo, sus planes se vieron frustrados cuando perdió la beca y tuvo que empezar a tocar en el metro, el único lugar donde no se sentía juzgada.

Cuando regresó a Madrid, se dio cuenta de que no era feliz y decidió quedarse en casa al lado de su familia y trabajando en el King’s.