DANIEL AVILÉS ES
Nico, el gordito inocentón
El más pequeño de los Navarro sería un niño normal, sino fuera porque es un auténtico tragaldabas, que aprovecha cada visita a la pastelería de la familia para ponerse tibio. Mimado por su madre, que confía en que adelgace cuando dé el estirón, no le duelen tanto los motes que le ponen en el colegio como el ver que su padre se avergüenza de él.
Como todos los niños de su edad, se pasa el día en las nubes, jugando, y para él el mundo es un campo de guerra. Está obsesionado con todo lo militar, de mayor sueña con ser boina verde o algo de eso, pero lo cierto es que en realidad le aterra la violencia y se pasa el día pegado a las faldas de su madre.
Admira más a su primo Mateo que a su hermano Pedro, aunque el primero le trata mucho peor. Buenazo e inocente, sus únicas travesuras consisten en asaltar la despensa, o hacer estragos en la pastelería.