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Hablamos con un confidente que sabe a dónde fueron a parar los recuerdos de Lina Morgan: "El chófer lo dio"

Nada fue normal desde el día que Lina falleció, desde meses antes hasta que recibió sepultura nueve días después de ser incinerada hay varias incógnitas. Daniel Pontes, el chófer y hombre de confianza de la artista se hizo con el control de todas sus voluntades y sus bienes por expreso deseo de la actriz.

En Y ahora Sonsoles hemos podido hablar con una persona en exclusiva que ha visto que sus pertenencias han sido mal vendidas y que se acumulan en un trastero.

Ha asegurado que el chófer de la actriz se deshizo de lo que no quiso y se quedó con lo más valioso. "Fue al trastero", ha confesado, entre ellos ropa, muebles y cuadros de la actriz.

Las incógnitas de su muerte

Nada fue normal desde el día que Lina falleció, desde meses antes hasta que recibió sepultura nueve días después de ser incinerada hay varias incógnitas.

Daniel Pontes, el chófer y hombre de confianza de la artista se hizo con el control de todas sus voluntades y sus bienes por expreso deseo de la actriz.

En 2013, Lina hizo su último testamento y además firmó la tutela con la que él podía decidir todo sobre su vida. La actriz falleció el día 19 de agosto y Pontes llama a un médico privado que certificó la muerte en el mismo domicilio.

Si no hubieran actuado con esa rapidez, el cadáver tendría que ser trasladado al Anatómico Forense de Madrid, donde le hubieran practicado la autopsia, necesaria para dar fe de la muerte.

A partir de ese momento, las incógnitas no hacen sino multiplicarse. Lina fue incinerada en el Tanatorio de la Paz de Madrid, pero horas después se abrió al público su capilla ardiente con un ataúd cerrado.

Hay dos viajes de ese féretro al tanatorio, y lo que fue a la Latina era un féretro vacío. Dos incineraciones y un entierro que se demora durante nueve largos días. Solo Daniel Pontes puede contestar a la gran incógnita.

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