Sano y delicioso

Receta del plato popular portugués “para chuparse los dedos”: Bacalao con fritada y patatas salteadas

Karlos Arguiñano nos enseña a preparar un delicioso bacalao como segundo plato de una sopa de crema de ajo con jamón crujiente.

Karlos Arguiñano ha elaborado un delicioso plato de bacalao, acompañado de una fritada de verduras y patatas salteadas. Para elaborar este plato, el cocinero ha optado por una pieza de bacalao desalado, que permite una mejor conservación. El bacalao, es el plato nacional de Portugal que, a pesar de su reducida extensión, consume cerca de 60 toneladas de bacalao en salazón al año.

Ingredientes (para 4 personas)

4 trozos de lomo de bacalao desalado (800 g)

2 cebollas

2 pimientos verdes

1 pimiento rojo

16 patatas pequeñas

3 dientes de ajo

Harina

Aceite de oliva virgen extra

Sal

1 cucharada de pimentón

1-2 ramas de tomillo

Perejil

Elaboración:

Limpia bien las patatas y ponlas a cocer en una cazuela con agua hirviendo. Sazona y cuécelas durante 20-22 minutos. Escurre, córtalas por la mitad y resérvalas.

Pela las cebollas, córtalas en juliana fina y ponlas a rehogar en una sartén con 3-4 cucharadas de aceite. Retira el tallo y las semillas de los pimientos (pela el rojo), córtalos en juliana gruesa y agrégalos a la sartén. Cocina las hortalizas a fuego suave durante 15-20 minutos.

Pela y pica 3 dientes de ajo en daditos, y dóralos en una sartén con un chorrito de aceite. Cuando empiecen a dorarse agrega las patatas y sazónalas. Añade el tomillo picado y el pimentón, mezcla bien y cocina las patatas a fuego suave durante 5-6 minutos.

Calienta abundante aceite en una sartén. Enharina los trozos de bacalao, introdúcelos en la sartén y fríelos (primero por el lado sin piel) por los 2 lados.

Reparte la fritada en la base de los platos y pon un trozo de bacalao en cada uno. Agrega unas patatas y decora los platos con unas hojas de perejil.

Consejo:

A la hora de usar el bacalao seco es importante su proceso de desalado. Para consumirlo hay que ponerlo a remojo en el frigorífico durante 48 horas (aunque el tiempo puede cambiar según el grosor del pescado), cambiándole el agua cada 12 horas.