Droga

El peligro del cloretilo y el snus entre jóvenes: drogas baratas que colocan rápido y provocan daños irreversibles

El uso de cloretilo y snus está ganando popularidad entre los adolescentes, convirtiéndose en una peligrosa puerta de entrada a otras drogas.

En los últimos años, dos sustancias han ganado terreno entre los jóvenes como puertas de entrada a otras drogas: el cloretilo y el snus. Ambas son baratas, fáciles de conseguir y tienen efectos peligrosos para la salud.

A pesar de sus diferentes usos y efectos, ambas comparten un denominador común: su capacidad de convertirse en sustancias de abuso y su potencial de adicción.

El cloretilo, también conocido como cloruro de etilo, es un gas que en sus orígenes se utilizaba para anestesias generales, pero dejó de emplearse hace más de 70 años debido a su elevada tasa de mortalidad en comparación con otros gases anestésicos.

Hoy, su uso autorizado es exclusivamente tópico, aplicado en la piel para generar un efecto de frío que provoca analgesia local. En medicina deportiva, por ejemplo, se utiliza para aliviar el dolor en lesiones menores. Sin embargo, su inhalación con fines recreativos ha hecho que el cloretilo se convierta en una droga peligrosa, especialmente entre adolescentes.

Al inhalarse, el gas produce una sensación de euforia y somnolencia, pero sus efectos son impredecibles, especialmente si se mezcla con alcohol u otras drogas. El uso prolongado de cloretilo puede causar daños estructurales en el cerebro, que incluyen trastornos neurológicos y psiquiátricos permanentes.

Además de sus efectos tóxicos, el cloretilo ha sido relacionado con prácticas de sumisión sexual entre jóvenes, al inducir alteraciones cognitivas que dejan a las víctimas en un estado vulnerable.

Los riesgos son múltiples: desde hipoxia cerebral, que puede derivar en coma, hasta daños cardíacos, hepáticos y neurológicos como ataxias y temblores.

Lo más alarmante es la accesibilidad del cloretilo. Se trata de un producto sanitario que se puede adquirir en farmacias y otros establecimientos sin receta médica. A un precio de unos diez euros, este gas es una opción barata para los jóvenes, lo que facilita su uso como droga de abuso. Incluso se puede comprar en línea sin restricciones, lo que añade otro nivel de peligrosidad.

Por otro lado, el snus, un tipo de tabaco sin combustión, también ha cobrado popularidad entre los adolescentes. Originario de Suecia, este producto se vende en pequeñas bolsas que se colocan entre la encía y el labio. Aunque no se fuma, el snus contiene altos niveles de nicotina, lo que lo convierte en una sustancia adictiva que, en muchos casos, sirve como trampolín hacia el consumo de cigarrillos u otras drogas más peligrosas.

A pesar de su perfil discreto y de la falsa creencia de que es una alternativa más segura al tabaco tradicional, el snus presenta graves riesgos para la salud.

El puente hacia otras drogas

Tanto el cloretilo como el snus comparten un riesgo común: su capacidad para convertirse en una puerta de entrada a otras drogas más peligrosas. En el caso del cloretilo, su efecto eufórico y narcotizante puede llevar a los usuarios a buscar sensaciones más intensas, lo que facilita el paso a otras sustancias como los psicotrópicos o el alcohol.

Por su parte, el snus, al ser una fuente de nicotina de rápida absorción, genera una adicción que, en muchos casos, deriva en el consumo de cigarrillos y, eventualmente, drogas recreativas más fuertes.