Activistas antiborto
Gonzalo Miró, sobre los activistas antiaborto: "A mi me parece súper violento lo que he visto"
La actividad de los activistas contrarios al aborto, en los alrededores de las clínicas de interrupción voluntaria del embarazo, vuelve a estar en el centro de la polémica.
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La periodista Elena Gómez comprobaba en primera persona la experiencia que atraviesan miles de mujeres que deciden interrumpir de manera voluntaria un embarazo no deseado.
A la salida de las clínicas, donde se practica lo comúnmente conocido como aborto, es frecuente encontrar a grupos de personas contrarias a este procedimiento. Incluso la sede de centros 'provida' se sitúa próxima a estos centros médicos.
Discrepancias palpables en plató
Después de visualizar el reportaje de Elena, tenía lugar un debate cuya temperatura iba en ascenso. Las opiniones contrarias de varios colaboradores era evidente.
Se hablaba de coacción ejercida por parte de esos activistas provida, que niegan el acoso en las clínicas y sostienen que lo que hacen es sólo facilitar información sobre el aborto y sus consecuencias físicas y psicológicas para la mujer que finalmente toma esas decisión.
La periodista y escritora Ana Iris Simón no apreciaba que tal coacción existiera, y se acogía a la definición estricta de la palabra, asegurando: "No se ejerció ningún tipo de violencia sobre ti".
"Vas a asesinar, vas a matar a tu hijo"
Continuaba Ana Iris afirmando que la mujer, objetivo de los activistas, es libre de no prestarles atención y "darse la vuelta e irse en cualquier momento".
"Te están esperando, vienen con el feto. Te están diciendo: 'Vas a asesinar, vas a matar a tu hijo"
Sí entendería que se está coaccionando a la mujer que pretende interrumpir su embarazo dado que "están intentando en todo momento que tú cambies tu decisión". Consideraba Elena que los 'informadores provida'no están respetando la libertad de la persona que atraviesa un momento muy complicado.
Susanna Griso no compartía la opinión de Ana Iris de que una coacción sea violenta por definición: "Puede ser coacción psicológica".
Pero la escritora insistía y según ella, estos activistas sólo están realizando "un ofrecimiento de información". En su opinión "se está infantilizando profundamente a las mujeres si no se son concibe como libres, tanto de ir a una clínica abortiva y abortar, como de recibir o no información".
"No termino de entender qué es lo que estás defendiendo"
El colaborador de Espejo Público, Gonzalo Miró, daba paso a su intervención de forma contundente, asegurando que no comprendía la defensa que hacía Ana Iris de la manera de actuar de estas personas: "¿Tú crees que, una mujer que va a abortar, no es consciente de lo que está haciendo?".
"Tu no tienes porqué aguantar eso. ¿Por qué tienes que pasar por eso?"
Continuaba Gonzalo con otra pregunta: "¿A ti te parece normal que a ti alguien, que no conoces de nada, te invada por la calle? Tu hablabas de violencia física. A mi me parece súper violento lo que yo he visto aquí".
Dudaba de esa violencia Ana Iris y Gonzalo replicaba: "Que te venga alguien desconocido a comerte la oreja, metiéndose en tu vida, en tus reflexiones y en tu intimidad".
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Gonzalo Miró expresaba que, a su entender, ya sería suficiente el 'conflicto interno' de la mujer que decide abortar como para soportar "la chapa que te da una mujer, que se está metiendo en la vida de alguien que ni le va ni le viene".