Acoso contra el aborto

Los mensajes de un centro provida a las mujeres que abortan: "Te vas a convertir en madre de un hijo muerto"

Las chicas que deciden abortar son increpadas por personas de ese local. Les dan folletos que explican qué es un embarazo y las consecuencias de un aborto. Lo hacen con casi todas, a pesar de que es ilegal.

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Solo 50 metros separan una de las clínicas abortistas más conocidas de la capital de un local provida. Durante ese recorrido, las chicas que deciden abortar libremente son increpadas por personas de ese centro. Les dan folletos que explican, entre otras cosas, qué es un embarazo y las consecuencias de un aborto. Lo hacen con casi todas, a pesar de que es ilegal. Desde 2022, la ley castiga con hasta un año de cárcel por acosar a las mujeres que deciden interrumpir su embarazo.

En ese centro también enseñan a las gestantes el desarrollo del bebé según los días que tenga. Pero no solo eso. Nuestra compañera Gema ha hablado con dos mujeres que forman parte de Refugio Provida. Ellas aseguran que, al contrario que en la clínica, les informan bien, porque abortar crea "traumas físicos y psicológicos, como adicciones, anorexia, o cáncer". En la clínica "les dicen que son unas células, que no es nada lo que tienen. Se piensan que es un método anticonceptivo. Y luego se dan cuenta de lo que han hecho, que han matado a su hijo. Te vas a convertir en madre de un hijo muerto".

¿Cómo se sienten esas mujeres a las que importunan?

Jenifer es una de ellas. Se siente "muy mal. Es algo muy duro de superar y de decidir". Y que la molesten agrava aún más la complejidad de esa elección. "Que venga alguien a decirte lo que ya sabes, te lo hace más difícil". Por eso pide que "respeten la decisión de las personas". Aun así, este grupo provida garantiza que llegan a convencer a algunas chicas de que continúen con su embarazo. "Somos nosotras las que rescatamos". Y es que, dicen, "nosotras también somos libres de decir lo que nosotras pensamos".

¿Pero, son informadoras o acosadoras estas personas?

Hablamos con Sonia Lamas, portavoz de la clínica Dator de Madrid, que nos cuenta que esta situación "es tan habitual como días hay en el año. Y esto lleva pasando décadas. Espero que la administraciones judiciales tomen cartas en el asunto porque supone tal gravedad de obstrucción de un derecho para las mujeres". Desde su punto de vista, estas organizaciones "no son provida, provida somos todos, pero provida digna". La portavoz cree que "se trata de seguir controlando y perpetuando que el control de nuestros cuerpos tiene que venir de agentes externos, y no".

De opuesta opinión es Carla Restoy, una influencer católica que está en contra del aborto. "Yo estaba super a favor del aborto hasta que empecé a pensar y vi la verdad de lo que era". Y lo que hay, afirma es una manipulación del lenguaje. "Hablamos de interrupción voluntaria del embarazo cuando no es una interrupción, no es voluntaria. ¿Hay alguien que pueda levantar la mano y diga que eso no es una vida?", sentencia. La ley dice que el aborto es legal, pero aun así hay quienes intentan impedirlo. ¿Se acabará en algún momento con estos grupos? ¿Llegarán a tener sus actos alguna consecuencia penal?

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