¿PIERDEN SU ÚLTIMA OPORTUNIDAD?
Cuando los hermanos Menéndez parecían acercarse a la posibilidad de libertad, un giro inesperado en la fiscalía ha puesto sus esperanzas en peligro: el fiscal que apoyaba su salida de la cárcel ha sido reemplazado, y el nuevo enfoque podría cambiar el rumbo de su caso.
Los hermanos Lyle y Erik Menéndez, condenados en 1996 a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional por el asesinato de sus padres en 1989, parecían tener una oportunidad real de obtener una revisión de su condena. El entonces fiscal de distrito de Los Ángeles, George Gascón, había mostrado disposición a apoyar una nueva sentencia, señalando que los hermanos ya no representaban una amenaza y que su caso merecía una reconsideración.
Sin embargo, este avance podría haberse truncado con la reciente elección de Nathan Hochman como nuevo fiscal, quien promete revisar el caso con cautela y sin promesas de cambio.
En una entrevista con TMZ, Hochman ha explicado que su abordaje del caso Menéndez será "la forma en que manejaría todos los casos". "Repasaré a fondo los hechos y la ley", asegura. Aunque no asumirá oficialmente el cargo hasta el 2 de diciembre, deja claro que el caso de los hermanos Menéndez será una de sus prioridades si no hay una decisión previa.
El nuevo fiscal, que pasó de republicano a independiente antes de ganar el puesto, anticipa que necesitará revisar "miles de páginas de archivos confidenciales de la prisión", actualmente fuera de su alcance y del público. A este exhaustivo trabajo se suma su intención de revisar también "miles de páginas de transcripciones del juicio" y de otras pruebas, incluidas nuevas informaciones.
Además, Hochman ha indicado que buscará reunirse con todas las partes involucradas en el proceso: el equipo inicial de la acusación, los abogados defensores, las fuerzas del orden y los familiares de las víctimas.
El cambio en la fiscalía ha generado incertidumbre para los hermanos Menéndez, que ahora ven peligrar la posible revisión de su condena. La evaluación exhaustiva y detallada que Hochman ha prometido podría retrasar o incluso desviar la dirección que esperaban, poniendo en suspenso su esperanza de un nuevo juicio.