CASI ABANDONA EL PROYECTO
En el intenso rodaje de Gladiator, Joaquin Phoenix estuvo a punto de abandonar la película generando tensiones en el set. Ridley Scott recuerda cómo la presión llevó a Russell Crowe a cuestionar el profesionalismo de su compañero.
La épica historia de Gladiator continúa resonando en la cultura popular, especialmente ahora con el estreno de su secuela cada vez más cerca. Esta película, estrenada en el año 2000, no solo revolucionó el género histórico, sino que también enfrentó retos inesperados tras las cámaras.
Uno de los momentos más tensos del rodaje surgió cuando Joaquin Phoenix, en su papel del atormentado emperador Cómodo, dudó de su capacidad para interpretar al personaje y estuvo a punto de abandonar el proyecto.
En una reciente entrevista con The New York Times, el director Ridley Scott ha recordado ese episodio: "Joaquín vestía un traje de príncipe y decía: No puedo hacerlo". La respuesta de Russell Crowe, protagonista del filme, no fue complaciente y calificó de "terriblemente poco profesional" la inseguridad de Phoenix. Sin embargo, Scott, quien mantenía una relación cercana con el actor, intervino para apoyarlo.
"Puedo hacer de hermano mayor o de padre, pero soy muy amigo de Joaquín. Gladiator fue un bautismo de fuego para los dos al principio", ha explicado, subrayando el papel crucial que jugó en guiar a Phoenix en esos momentos de vulnerabilidad.
A pesar de estas tensiones, Gladiator se convirtió en un éxito monumental, ganando cinco premios Oscar y dejando una huella en la carrera de sus protagonistas. Estas anécdotas ofrecen una visión inédita sobre los sacrificios y retos que enfrentaron para crear una obra que, dos décadas después, aún fascina y prepara su regreso a la gran pantalla.