CONVERSACIÓN IMPORTANTE
Más tarde o más temprano, las familias que han mantenido la magia de la navidad con los hijos deben tener una conversación sobre este tema. ¿Cuándo están preparados para saberlo todo? ¿Deben preguntar o mejor se lo decimos nosotros? Todo, en este artículo.
En todas las casas llega un momento en que las preguntas de los hijos sobre la Navidad salen a la luz: "¿Papá Noel es real?, ¿los Reyes Magos existen?". Y entonces, llega el dilema: ¿Les decimos la verdad? ¿Seguimos alimentando la magia? ¿Cómo podemos responder sin romper su ilusión ni traicionar su confianza?
Lo primero que debemos saber, es que esta pregunta es una oportunidad. Más que algo que temer, es un momento de conexión con nuestros hijos: detrás de esa pregunta hay algo más grande, como curiosidad, necesidad de respuestas y sobre todo, confianza en nosotros para buscar la verdad.
Como experta en coah familiar, te dejo algunas ideas que nos ayudarán a responder desde el corazón, con empatía y teniendo en mente los valores que queremos transmitir como familiar.
1. Primero escucha y luego pregunta
Antes de contestar, hagamos una pausa. Muchas veces, no están buscando una respuesta directa, sino entender algo que escucharon en la escuela, una conversación ente amigos, o incluso lo que intuyen.
Una buena forma en que podremos comenzar es hacer una pregunta, como: "¿Por qué me lo preguntas?", "¿Qué piensas tú sobre eso?".
Esto no solo nos dará tiempo para procesar lo que queremos decir, sino que también nos permitirá identificar si nuestro hijo está listo para saber más o si simplemente está explorando una duda. A veces, el simple hecho de escuchar lo que ellos piensan puede ser suficiente para guiarlos.
2. Adapta la respuesta a su edad
Los niños pequeños suelen vivir en un mundo donde la fantasía y la realidad se mezclan. Para ellos, podemos responder de una manera que reforcemos la magia, sin sentir que estamos mintiendo al respecto. Por ejemplo: "¿Tú qué crees? A mí me encanta pensar que hay algo especial en Navidad que no podemos explicar del todo".
Sin embargo, si vemos que el niño ya está en una etapa más lógica y observadora (usualmente entre los 7 y 10 años), tal vez esté listo para una conversación más abierta.
Podemos comenzar por validar su pregunta:
"Qué buena pregunta. Es cierto que hay una parte de la magia de Navidad que creamos juntos como familia para hacer estas fechas especiales. Pero eso no significa que no haya magia. La magia es real, porque lo hacemos nosotros al dar con amor y pensar en los demás".
3. Acompaña con amor, honestidad y calidez
Si decidimos compartirles la verdad porque sentimos que es el momento y que ya están listos. Podemos decir algo, como:
"Nosotros hemos sido quienes organizamos los regalos, pero lo hemos hecho con todo el amor del mundo porque queremos que la Navidad sea especial para ti. La magia de estas fechas no se trata solo de los regalos, sino del amor con el que los hacemos posibles".
Si hay hermanos más pequeños o primos en la familia, podemos convertirlos en cómplices de la magia, para que esta continúe entre los más pequeños y los estaremos invitando a ser parte de algo muy especial.
Esto les da un rol importante y los ayuda a ver que la magia no se rompe, sino que evoluciona.
Es muy importente tener claro que no existe una única respuesta correcta a esta pregunta. Lo verdaderamente importante no es si mantenemos el secreto o si revelamos la verdad, sino la manera en que lo hacemos.
Tus hijos no recordarán tanto si les dijiste o no que los Reyes Magos eran reales o no... Recordarán cómo los hiciste sentir: amados, escuchados y parte de algo maravilloso.