TENDENCIA LABORAL
A raíz de los cambios vitales que forzó la crisis sanitaria, muchas personas han puesto prioridades a sus vidas, siendo conscientes de que el trabajo no debe estar en primer lugar. La actitud del trabajador ha cambiado, mientras que la del empresario ha pasado a un estado de preocupación.
Aunque ocupe una parte importante del día a día, el trabajo no debe ser nuestra primera y única preocupación. Establecer límites entre la vida laboral y la vida privada es clave para no perder la salud en ello, algo que una gran cantidad de trabajadores han logrado priorizar a raíz del covid. De ahí nace el Quite Quitting.
Igual que la gran mayoría de términos que se viralizan en redes sociales, el Quite Quitting es también un anglicismo que en español se traduce como renuncia silenciosa. Es el efecto o la consecuencia de otros términos que también hacen referencia al entorno laboral, como el síndrome del Burn Out o del trabajador quemado y el Big Quit o gran renuncia, un término que se acuñó en Estados Unidos por la gran dimisión laboral que se produjo tras la pandemia.
Se trata de una tendencia laboral que puede llegar a ser perjudicial para las empresas. De hecho, según Gallup, una famosa asesoría estadounidense, el 50% de los americanos admitieron en 2022 que practicaban el Quiet Quitting. Sobre todo, son las generaciones más jóvenes las que toman esta actitud, cuyo pensamiento es mucho más consciente, posicionándose en contra de determinadas dinámicas laborales -en muchos casos precarias- que acaban con la salud mental del trabajador. Pero, ¿qué es exactamente la renuncia silenciosa?
El Quite Quitting hace referencia a cuando un empleado decide hacer únicamente el trabajo para el cual ha sido contratado, sin aceptar tareas o encargos más allá de lo que establece su contrato. Es decir, hacer bien el trabajo y cumplir con sus objetivos, pero sin hacer esfuerzos para aceptar una sobrecarga de trabajo. Sin duda, resulta alarmante que trabajar según las condiciones pactadas con la empresa sea una tendencia laboral, pues debería ser algo normal para todos.
Aun así, se debe tener en cuenta que tomar esta actitud no significa únicamente que el trabajador ponga su salud mental por delante y cumpla solo con sus obligaciones. Una de las principales razones por las que los jefes deben preocuparse si sus empleados toman esta actitud es por la falta de motivación, la sensación de agotamiento y estrés que les está generando el trabajo, por lo que podría ser una consecuencia del Burn Out.
Ahora bien, el concepto cambiaría de significado según el punto de vista desde el que se interpreta. Si se mira desde la perspectiva del jefe o empresario, este término sería usado despectivamente hacia los trabajadores. Lo pueden ver como la ley del mínimo esfuerzo: sus trabajadores han tomado una actitud un tanto perezosa y ni quieren ni sienten la necesidad de dedicarse en cuerpo y alma al negocio, cumplen con sus obligaciones para no ser despedidos, pero no luchan por un ascenso o un mejor reconocimiento. Es decir, según esta idea, se niegan a trabajar duro.
Hoy en día, algunos cambios que forzó el covid sobre nuestras vidas aún son palpables. Fue precisamente ese impacto el que creó el concepto. Muchos empleados decidieron reordenar sus objetivos y prioridades vitales cuando fueron conscientes de que hicieron del trabajo su vida y que les faltaba tiempo para su familia, para socializar y para ser feliz en general.
Así pues, empezó una lucha por la dignidad del trabajador, una que en muchos casos se ve afectada por la precariedad, los sueldos bajos y las horas extras no pagadas. Aun así, este término y lo que significa ha suscitado un gran debate en redes sociales, pues hay quienes piensan que los que asumen este pensamiento no acaban cumpliendo con sus objetivos o hacen lo mínimo para seguir en la empresa, careciendo de motivación.
Precisamente, que los trabajadores tomen esta actitud ante la falta de cuidado por parte de sus responsables puede tener consecuencias directas y muy negativas para la empresa, porque esa desmotivación afectará claramente a la cantidad y a la calidad del trabajo.