BENEFICIOSA PARA CUERPO Y MENTE
Sabemos que "la música amansa las fieras", que los bebés se relajan con el sonido blanco y que los sonidos del bosque, del mar o de las tormentas son ideales para meditar. En este artículo te explicamos por qué nos relaja escuchar el piano y qué efectos tiene sobre nuestro cuerpo y mente.
¿Eres de esas personas que no sabe vivir sin música? ¿Tienes un montón de listas de reproducción y eliges cuál te apetece escuchar según el momento? Lo hacemos la mayoría de los mortales. No es el mismo estilo de música el que te acompaña cuando sales a correr, cuando conduces, cuando trabajas o cuando practicas yoga.
Las melodías que escuchas interfieren en tus emociones, habilidades y capacidades para desempeñar unas funciones determinadas. Cómo la música afecta a nuestro cerebro es un tema que ha causado mucho interés en distintos investigadores dentro del área de la psicología.
En este artículo te explicamos por qué nos relaja especialmente escuchar música de piano. Sigue leyendo.
La estructura de la música de piano desempeña un papel crucial: la mayoría de las piezas de piano están compuestas con un ritmo suave y armonías tranquilizadoras que imitan los patrones naturales del habla humana.
Estas cualidades, combinadas con la variedad de tonos y matices que puede producir el instrumento, crean una experiencia auditiva envolvente que tiene un impacto directo en nuestro estado emocional.
Estudios científicos han demostrado que la música de piano, especialmente cuando se toca a un tempo moderado, tiene el poder de reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, en el cuerpo y activa en el cerebro la llamada red funcional por defecto (RND). Esta es la red responsable de gran parte de la actividad cerebral que ocurre cuando la mente está en reposo, por lo que hay una música determinada que provoca que nos relajemos y divaguemos.
Además, la música de piano activa regiones específicas del cerebro asociadas con la emoción y la memoria. La corteza prefrontal, el centro de procesamiento cognitivo del cerebro, se ilumina con actividad cuando escuchamos música de piano, lo que puede desencadenar recuerdos agradables y asociaciones emocionales positivas.
Cuando escuchamos música que nos agrada, nuestro cerebro libera dopamina. Esta es una sustancia química que se asocia con la sensación de placer y recompensa que hace que repitamos
comportamientos y consumos en busca de esa sensación de bienestar y mejora de estado de ánimo.
Por otro lado, cuando escuchamos música triste o melancólica, nuestro cerebro libera una hormona llamada prolactina. Se trata de una sustancia química que se asocia con el llanto y la tristeza. Al escuchar una canción triste, se activa esta hormona y aunque parezca contradictorio, tiene un efecto positivo.
La capacidad del piano para modular el ritmo cardíaco y la respiración es fundamental de la música de piano, especialmente cuando se interpreta con suavidad y fluidez. Puede sincronizar naturalmente nuestras pulsaciones con su ritmo, induciendo un estado de coherencia cardiaca que promueve la calma y el equilibrio fisiológico.
La música del piano no solo relaja, sino que puede tener efectos beneficiosos en el desarrollo cognitivo y cerebral. El estudio Music and spatial task performance de físico Gordon Shaw, la psicóloga Frances Rauscher y Catherine Ky, de la Universidad de California Irvine sostiene que la exposición a la música clásica de Mozart durante un corto período de tiempo podría mejorar temporalmente las habilidades espaciales.
El estudio, conocido como el Efecto Mozart, mostró que los participantes que escucharon la Sonata para dos pianos en re mayor, K. 448 de Mozart durante un breve periodo de tiempo antes de realizar pruebas espaciales mostraron un aumento temporal en su desempeño en estas pruebas en comparación con aquellos que escucharon otras formas de música o que no escucharon música en absoluto.