EXPLICACIONES CIENTÍFICAS
Para muchas personas, el olor a lluvia es un aroma muy relajante. Existe una explicación científica que explica por qué nos cautiva este olor. Aquí te lo contamos.
Minutos antes de que comience a llover, ya se puede percibir el olor a lluvia. Este olor a 'tierra mojada' es uno de los favoritos para muchas personas. De hecho, este aroma tiene nombre propio, petricor.
El petricor cautiva a tantas personas porque les genera una sensación positiva. De hecho, este término fue acuñado por dos científicos llamados I. J. Bear y R. G. Seth Thomas en los años 60 a partir de un artículo publicado en la revista Nature.
¿Cómo se produce el olor a lluvia?
Aunque realmente la lluvia no huele a nada, al caer en el suelo y entrar en contacto con las bacterias de la tierra, se genera geosmina en el aire, o lo que es lo mismo, una sustancia química que le da ese característico olor.
Algunas plantas incluso liberan aceite durante periodos de sequía que es absorbido por las rocas, sobre todo aquellas que son de tipo arcilloso. Al entrar en contacto con la lluvia, se emite al aire junto a la geosmina. Pero, ¿Por qué nos gusta este aroma?
La razón por la que nos gusta el olor a lluvia
Según el estudio anteriormente citado, es posible que el motivo por el que el olor a lluvia cautiva a las personas se deba a un factor heredado de nuestros antepasados. La lluvia, en la antigüedad, ha estado asociada a la vida y a la supervivencia, por eso, cuando nuestros ancestros percibían este olor, era síntoma de algo bueno, vinculándolo a nuestro cerebro.
De hecho, existe un vínculo en nuestro cerebro entre los olores y las emociones. Un ejemplo muy común es lo que sentimos cuando olemos un perfume de alguien conocido. Así, el olor a lluvia consigue en muchas personas una sensación de relajación muy placentera.
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