RELACIONES

¿Por qué nos atraen las personas que no nos convienen?

Si te ha pasado alguna vez que, aunque sabes que alguien no es bueno para ti, no puedes evitar sentir atracción por esa persona, este artículo es para ti. En la consulta vemos muchos casos de este tipo.

Pareja que discute

Pareja que discuteFreepik

Fijarnos y sentir atracción por una persona que no nos conviene es un fenómeno más común de lo que parece y tiene raíces profundas en nuestro sistema emocional y en nuestras experiencias tempranas de apego.

Cuando hablamos de personas que no nos convienen, solemos referirnos a relaciones marcadas por la inestabilidad emocional, la indiferencia o la falta de compromiso. Curiosamente, estas dinámicas no alejan a todo el mundo: algunas personas se sienten intensamente atraídas por ellas.

Mujer mirando el móvil de su pareja | iStock

Apego ansioso: una forma peligrosa de relacionarse

El apego ansioso-ambivalente es un patrón afectivo que se desarrolla en la infancia y que tiene las siguientes características:

  • Miedo al abandono. Por ejemplo: si tardan más de lo habitual en contestar, comienzan los pensamientos negativos relacionados con que algo malo pueda estar pasando.
  • Búsqueda constante de aprobación. Por ejemplo: necesitar escuchar con frecuencia que tu pareja te quiere o que está a gusto en la relación.
  • Dificultad para establecer límites. Por ejemplo: aceptar planes y comportamientos con tal de no generar un conflicto en la pareja.
  • Idealización de la pareja. Por ejemplo: justificar constantemente el comportamiento de la pareja, aunque sea hiriente o inconsistente.

Las personas con este estilo de apego pueden confundir la intensidad emocional con amor verdadero, y sentirse "enganchadas" precisamente a quienes les generan mayor incertidumbre.

¿Por qué nos fijamos en personas que no nos convienen?

La atracción hacia personas emocionalmente inaccesibles o incluso dañinas puede estar motivada por varias razones psicológicas:

Refuerzos intermitentes: cuando la atención o el afecto llegan de forma impredecible, nuestro cerebro lo interpreta como un reto y se activa el sistema de recompensa. Esto genera una adicción emocional similar a la del juego o las redes sociales.

Patrones conocidos: si crecimos con figuras de apego inconsistentes, el caos emocional puede resultarnos familiar. Sin darnos cuenta, buscamos reproducir lo que ya conocemos, aunque nos haga daño.

Necesidad de validación: intentar conquistar a alguien que no nos quiere puede ser un intento inconsciente de demostrar que somos "dignos de amor".

Pareja enfadada | Freepik

Ejemplo práctico de relación con una persona que no nos conviene

Clara, de 34 años, sabe que su pareja no la trata bien: él evita comprometerse, desaparece durante días y la critica con frecuencia. Sin embargo, cuando él le envía un mensaje o le propone un plan, Clara siente un subidón de adrenalina y esperanza. No es capaz de romper la relación con su pareja porque en el fondo, espera que él cambie y, al hacerlo, le confirme que ella vale la pena.

Este tipo de relaciones generan una dependencia emocional que se alimenta del deseo de reparación, no del amor sano.

Señales de que estás en una relación que no te conviene

  • Sientes ansiedad cuando no tienes noticias de la otra persona
  • Necesitas constantemente su aprobación
  • Toleras comportamientos que te hacen daño con la esperanza de que cambie
  • Te cuesta pensar en ti o tomar decisiones sin considerar su reacción
  • Vives más en la ilusión del potencial de la relación que en la realidad
Una pareja discute | Pexels

¿Cómo salir de una relación que no te conviene?

Reconocer el patrón es el primer paso. Posteriormente, lo más recomendable es acudir a terapia donde trabajarás entre otras cosas lo siguiente:

  • Mejorar tu autoestima: cuanto más consciente seas de tu valor, menos tolerarás migajas emocionales porque no tendrás que demostrar nada.
  • Identificar tu estilo de apego: comprender tu forma de vincularte te permite cambiarla. Es interesante considerar realizar la técnica de EMDR (desensibilización y reprocesamiento mediante movimientos oculares) para trabajar las heridas de apego a lo largo de la vida.
  • Buscar relaciones recíprocas: el amor no debería doler ni hacerte dudar constantemente. Aprenderás a relacionarte de forma sana y buscar que los demás también se comporten de forma saludable contigo.

Sentir atracción por personas que no nos convienen no es una debilidad, sino un síntoma de heridas emocionales no resueltas. El apego ansioso y la dependencia emocional nos empujan a confundir amor con ansiedad, y conexión con caos. Sin embargo, el verdadero amor se construye desde la estabilidad, el respeto mutuo y la paz emocional.

Sanar no significa dejar de amar, sino empezar a elegir desde el amor propio. Porque cuando uno se siente seguro dentro de sí mismo, deja de conformarse con relaciones que duelen. Si este artículo te hizo pensar en tu situación, puede ser un buen momento para empezar a trabajar en ti.

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