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Pesarse en la báscula: este es el motivo por el que deberías hacerlo una vez a la semana y no cada día

La báscula del baño es un mero número indicativo de lo que pesamos en ese momento. Muchas veces nos obcecamos y nos comparamos con los demás al subirnos a la balanza. Debemos darnos cuenta que solo es una herramienta para conseguir nuestros objetivos y no nuestra enemiga. Pero, ¿cuándo debemos pesarnos? Un estudio revela cuál es el mejor momento.

La báscula del baño puede resultar nuestra mejor noticia cuando conseguimos los objetivos que nos hemos propuesto y, otras veces, una decepción al no llegar al peso deseado. El número que marca la báscula deriva de muchos factores, no solo de nuestra alimentación.

Unos pies en una báscula | Pexels

En ningún momento este aparato debe ser amigo o enemigo nuestro, sino que tiene que servir de herramienta para poder alcanzar nuestras metas o ser consciente de cómo se encuentra nuestro cuerpo. Quiérete, ya que todos los cuerpos son perfectos y lo importante es que tú seas feliz tal y como eres teniendo una buena salud.

Ahora que sabemos que la báscula debe servir como herramienta y no como obstáculo, ¿cuál es el mejor momento para pesarse? Un reciente estudio llevado a cabo en un total de 12 investigaciones han dejado claro cuál es el mejor momento para subirnos a la báscula, y en cierta manera, no obsesionarnos con los números.

Los resultados dejaron claro que los participantes que se pesaban semanalmente o diariamente perdían entre 1 y 3 unidades de IMC (índice de masa corporal) más, recuperando menos peso que aquellos que no se pesaban con frecuencia. No obstante, el beneficio de la pérdida de peso fue mucho más evidente entre aquellos que se subían a la báscula una vez por semana, y no a diario.

Una mujer subida a una báscula y mirándose al espejo | Pexels

La báscula puede ser nuestra gran aliada a la hora de controlar el peso, pero obsesionarse con los números puede desembocar en respuestas psicológicas negativas, sumado a comportamientos nada saludables. Es por ello que con echar un vistazo al peso una vez por semana es más que suficiente.

No hay que olvidar que hay que entender y escuchar a nuestro cuerpo. Retenciones, una mala digestión, incluso el estrés de la semana son aspectos que pueden influir a la hora encontrar uno u otro resultado en la báscula.

La reflexión de este número es que el objetivo es cambiar aquello que no te guste a ti manteniendo unos buenos hábitos.

Una persona contenta subida a una báscula | Pexels