¿Pecho grande o pequeño? No es solo cuestión de genética

A pesar de que cada una tiene el pecho que le ha tocado genéticamente, existen factores que puede influir en el aumento o disminución de su tamaño. Como muchas habréis podido comprobar, el ciclo menstrual, el embarazo y la lactancia son dos de los principales motivos por los cuales a veces nuestro escote luce más voluminoso y terso de lo que es habitual, pero hay más.

Envejecimiento

Los pechos son glándulas mamarias que están compuestas de tejido glandular, tejido graso -o adiposo- y tejido conectivo. A medida que una mujer envejece, sus pechos pueden cambiar de tamaño debido a una disminución en el tejido glandular y un aumento en el tejido adiposo. El proceso de envejecimiento también puede causar una disminución en la producción de estrógeno, lo que puede resultar en una reducción del tamaño de los pechos.

Además, cuando una mujer es joven tiene más cantidad de colágeno y elastina, por lo que la piel se ve más tersa e hidratada.

Alimentación

Cuando nos engordamos, lo primero en lo que nos fijamos es que nuestra barriga aumenta de tamaño, pero no es la única parte del cuerpo que se transforma al ganar peso. Los pechos también aumentan y disminuyen su tamaño con las fluctuaciones de peso, aunque es cierto que hay mujeres cuyos pechos tienen más cantidad de grasa que otras.

Si alguna vez has adelgazado mucho en poco tiempo, habrás notado que las mamas no vuelven a ser las mismas que eran antes, ya que los cambios bruscos de peso hacen que se rompan las fibras, provocando una mayor flacidez.

Hormonas y medicamentos

Durante el ciclo menstrual, los niveles de hormonas fluctúan, lo que puede causar hinchazón y aumento temporal del tamaño de los pechos. Por contra, los cambios hormonales durante la menopausia pueden provocar una disminución del tamaño de los pechos.

Así mismo, las afecciones relacionadas con el sistema endocrino también pueden hacer variar el tamaño de las mamas.

Algunos medicamentos también pueden provocar el aumento del tamaño de los pechos de forma temporal.

Deporte

El deporte puede ayudar a mantener los pechos saludables firmes, especialmente si se practica con un sujetador deportivo que brinde una buena sujeción. Al ejercitarse regularmente, se puede fortalecer los músculos pectorales y los tejidos conectivos que sostienen los pechos, lo que puede ayudar a mantenerlos en buena forma.

Además, el ejercicio puede ayudar a controlar el peso corporal, lo que puede influir en el aumento o disminución del tamaño de los pechos.

Aunque hay que tener en cuenta que algunos deportes que involucran saltos y movimientos repetitivos, como el running, pueden causar que los ligamentos que sostienen los pechos se estiren y debiliten y que estos se vean caídos.