DESPISTES Y SALUD
Si percibimos un mal olor o un flujo anormal es mejor comprobarlo antes de que sea demasiado tarde.
Vivimos a un ritmo frenético. Tanto que a veces hacemos las cosas por rutina y no somos conscientes ni de lo que hacemos. Así olvidamos donde hemos puesto el teléfono constantemente, o nos encontramos con un vaso de café en el microondas que no recordábamos haber puesto ahí. Ninguno de estos despistes suele tener mayor repercusión. El problema es cuando olvidamos algo dentro de nuestro propio cuerpo. Como puede ser un tampón.
Para quien no se haya habituado a su uso, puede resultar inconcebible. Pero para quien se pone y se quita el tampón de forma automática, rutinaria y constante puede ser bastante probable.
“El que se nos olvide un tampón dentro de la vagina o pongamos otro sin retirar el anterior es un hecho que no nos debe sorprender y un motivo de consulta frecuente en los servicios de Urgencias Ginecológicas”, relata la ginecóloga del Hospital Vithas Vigo, Viviana Vitureira .
La pregunta del millón es que, si realmente lo hemos olvidado, o peor, introducido otro nuevo, dejando el anterior atascado más arriba, ¿cómo vamos a darnos cuenta? ¿Cuáles son las señales de alerta? La principal y más obvia, será el mal olor.
“Si no se quita un tampón u otro objeto de la vagina a tiempo, se facilita que las bacterias se adhieran a él y se multipliquen. Al principio, esto causa un aumento de flujo con un olor muy desagradable”, explica la experta.
Es importante darse cuenta de estas primeras señales, ya que en ese momento se podrá proceder a la retirada del mismo sin mayores secuelas, más allá del agobio o del mal rato. De no detectarse estos síntomas, y dejar el tampón demasiado tiempo, podría ocasionarse una infección más compleja. En esos casos aparecerían dolores debajo del abdomen o incluso, puede que fiebre. Aunque como insiste la ginecóloga, estos son casos extremos y muy poco frecuentes, porque lo normal es detectar el olvido antes de que sea tarde.
La peor de las consecuencias es lo que se denomina como síndrome del shock tóxico (SST o TSS en inglés) producido por el crecimiento de la bacteria Staphylococcus Aureus. “Se trata de un cuadro generalizado que puede comenzar con fiebre alta, dolor de garganta, dolores musculares, y un salpullido muy parecido a quemaduras de sol, náuseas, vómitos… que si no se trata puede llevar al fracaso multiorgánico”. Aunque la experta insiste en que se trata de casos muy extremos y aislados.
Es por ello que lo más importante es que ante señales como un olor y un flujo sospechoso, lo primero a descartar es que haya un tampón olvidado. “Lo más importante es no perder los nervios, ya que ningún objeto se pierde en la vagina, ni quedará eternamente allí dentro. Debemos relajarnos, colocarnos en posición cómoda e intentar retirarlo introduciendo un dedo para localizarlo. La gran mayoría de las veces no necesitamos de más ayuda que nosotras mismas y se queda en un simple susto”.
Pese a ello hay veces que bien por los nervios, o porque el tampón ha quedado muy arriba si hemos puesto otro posteriormente, no seamos capaces de retirarlo por nosotras mismas. “Cuanto más tiempo pase supone mayores riesgos y más difícil alcanzarlo, sobre todo si hemos metido otro y el primero queda muy al fondo, o doblado. Es en esos casos cuando es más frecuente tener que acudir a Urgencias para solicitar la ayuda de un profesional sanitario”, aporta Vitureira.
Como conclusión, la ginecóloga insiste en que lo importante es no alarmarse, asumir que es algo común y saber detectarlo a tiempo. “Si retiramos el tampón rápidamente, lo habitual es que no suponga ningún problema y no necesitemos realizar ningún tipo de revisión. Incluso, si hubiera estado en la vagina durante unos días, lo más probable es que no conlleve riesgos”.
Así, la ginecóloga informa de que la capacidad de la vagina para normalizar las bacterias que viven en ese entorno es bastante buena, y lo más probable es que se ajuste a sí misma, lo que le permitirá recuperar las condiciones normales en unos pocos días. Eso sí, en caso de persistir un flujo aumentado con olor, es mejor acudir al especialista para descartar algún tipo de infección vaginal que, generalmente, se podrá solucionar de manera sencilla.