¿BUENO O MALO?
En ocasiones, en algunas casas se decide encerrar al perro en alguna habitación, o incluso en el balcón, cuando vienen amigos o familiares a casa. Te cuento en qué situaciones es bueno hacerlo y cuándo va a generar una situación peor.
Muchas veces nos enfrentamos a esta situación cuando acudimos a casa de algún conocido con mascotas. Llegas vestido para esa reunión especial y nada más entrar te encuentras a su perro de patas encima de ti, arruinando el vestido o llenando de pelos tu pantalón.
Si eres una persona acostumbrada al contacto con animales, puede parecerte entrañable pero no todo el mundo reacciona igual y muchos pueden encontrar esa muestra efusiva de afecto tremendamente molesta.
En estos casos, mucha genta opta por decidir que si quieres participar de tiempo con ellos en su casa, debes aceptar a su mascota y, por supuesto, es una posición totalmente respetable. Sin embargo, la mayoría de las personas prefiere evitar ese momento violento nada más entrar en casa.
¿Cuándo es recomendable encerrar a mi mascota si vienen invitados?
La primera posibilidad es, como siempre, la más efectiva y aconsejable: Educación.
Como propietarios de una mascota, tenemos una serie de obligaciones, no solo hacia nuestro animal sino también con la sociedad y es por ello por lo que debemos ser conscientes de la importancia de educar a nuestro perro para que pueda convivir en sociedad.
Obedecer a nuestras órdenes, respetar a los humanos y no mostrar comportamientos inapropiados hacia ellos es básico en esa enseñanza.
Lógicamente, este proceso de aprendizaje es largo y requiere un trabajo constante por parte del propietario y es por ello que muchas veces, más de las que se debería aceptar, se aceptan conductas que no se deberían permitir.
Cuando la educación no se ha llevado a cabo correctamente o el momento de timbre sonando es más atractivo que obedecer al propietario, queda la opción de encerrar a nuestro mejor amigo. Esta situación que a priori parece un castigo, puede formar parte de una educación a largo plazo si se realiza de manera positiva.
Lo primero que debemos preparar es una estancia agradable para nuestro fiel amigo, en el que se encuentre seguro y relajado. Puede ser un transportín amplio, un baño o el garaje, donde tenga una colchoneta, agua y algo de comida.
Lo ideal es que le dejemos algo de luz y si prevemos que va a estar allí un rato largo, estará más tranquilo si le proporcionamos algún juguete o hueso de cuero para morder y distraerse.
Muchas veces el problema viene asociado al momento de la llegada y una vez que están todos los invitados sentados, nuestra mascota se comporta perfectamente, por lo que si cogemos la rutina de guardarle en su habitación especial solo en el momento del recibimiento, poco a poco nuestro fiel compañero cogerá el hábito y no le resultará estresante esa media hora de espera.
¿Debo premiar a mi perro si lo he tenido encerrado en casa?
Si la situación hay que mantenerla durante toda la velada, debemos premiarles antes y después con un paseo largo, con carreras y juegos, para que sus necesidades de contacto, compañía y liberación de energía estén satisfechas y acepten esas horas de relax como un descanso bien merecido.
Como respuesta a la pregunta inicial de este artículo, no podemos contestar ni sí ni no, ya que, como hemos visto, es muy importante el cómo hacerlo.
Si cuando estamos en pleno momento de llegada, con el ruido del timbre, las voces y los abrazos, sujetamos al perro, le gritamos y lo arrastramos hasta un sitio donde le encerramos sin más, probablemente la ansiedad que le estamos provocando hará que cuando suene el timbre su reacción sea cada vez más exacerbada.
Si, por el contrario, trabajamos en esa situación, le preparamos y lo establecemos como una situación agradable y rutinaria, podemos llegar a conseguir que sea él mismo el que vaya a su sitio elegido por sí mismo.
No se puede generalizar en estos temas porque es muy fácil guiarse por aquello que esta socialmente aceptado o condenado. Sin embargo, una vez que se estudia el trasfondo y la situación concreta puedes llevarte la sorpresa de que no solo no se está haciendo ningún daño, sino que se está evitando mucha ansiedad y nerviosismo con recompensas y premios.