TERCERA EDAD

Buena compañía: Mejores mascotas para gente mayor

Regalar una mascota a alguien de la tercera edad puede ser una gran idea, ya que los animales domésticos ofrecen muy buena compañía. Pero no debemos olvidar que tanto perros como gatos requieren de muchas atenciones y cuidados.

Una pareja de ancianos y una niña junto a un perro.Pexels.

De todos es sabido que la esperanza de vida de las personas cada vez es mayor. Este regalo de la sociedad moderna va unido a un aumento de la soledad en esas personas mayores. Sin querer, la sociedad nos hace vivir a un ritmo trepidante y no parece haber tiempo para dedicárselo a las personas que no pueden seguir ese ritmo. Muchas familias deciden en ese momento buscar una mascota para su padre o madre en situación de viudedad, para que le haga compañía.

¿Es una buena idea regalar una mascota a una persona mayor?

A medida que cumplen años, los mayores se van sintiendo cada vez más fuera del día a día que los rodea y se recluyen en sus casas, cuando pueden, o en los centros en los que pasarán el resto de sus días. De las primeras cosas que recomiendan los terapeutas en estos casos es tener rutinas, obligaciones y un objetivo diario, para sentirse útil y así poder despejar esa inevitable depresión y sensación de soledad.

Muchas familias cuentan con los abuelos para el cuidado de los nietos y dan una segunda juventud a esas personas, dejándoles participar de los quehaceres familiares.

Sin embargo, no siempre es posible esta opción ya sea por lejanía o por las condiciones físicas o de salud de estas personas. Incluso en estos casos, la solución esta más cerca de lo que pudiera parecer: tener una mascota.

El tener un animal a tu cargo implica una responsabilidad, unas obligaciones y sobre todo una recompensa continua en forma de compañía y amor con efectos terapéuticos mayores que la más fuerte de las medicinas.

Hay mil estudios en los que se ha comprobado que acariciar el pelo de un animal, dejarle dormir acomodado entre tus pies o sentir su respiración en tu regazo, desencadena una oleada interna de endorfinas, la hormona de la felicidad, frenando las reacciones negativas internas asociadas a la depresión.

Una mascota, ya sea gato, perro o pájaro, implica unos horarios de alimentación, preocuparse de sus necesidades de higiene, salud y socialización y, en el caso de los perros, salir a dar un paseos dos veces al día.

La mascota perfecta no existe, eso está claro, pero sí podemos seguir una serie de recomendaciones a la hora de elegir la más adecuada para personas mayores.

Tener una mascota implica responsabilidad

Este es el punto más importante. Siempre que pensemos en regalar una mascota a una persona mayor, necesitamos ser conscientes de que muy probablemente ese animal sobrevivirá a su dueño y necesitará en su vejez una familia en la que terminar sus días.

Es muy doloroso para el dueño ver que su fiel compañero se quedará desamparado cuando él falte y muchas veces esa angustia le acompaña hasta el último aliento.

Si queremos regalarle esta oportunidad de felicidad a nuestro ser querido debemos ser responsables hasta el final y tener pensado que pasará con esa mascota el día de mañana.

¿Qué animal es mejor para una persona mayor?

Lo primero que debemos saber son las necesidades de cada mascota. Un animal de jaula, como pueden ser un pájaro, no soportan demasiado la soledad y necesitan una limpieza bastante frecuente. Hacen compañía, pero no interactúan de la misma manera.

Los gatos son más sencillos dado que no necesitan salir a pasear y en caso de pasar un par de días solos, no son tan dependientes.

Los perros requieren más atenciones. Este punto, que a priori puede parecer un inconveniente, justo es el mayor beneficio para esos abuelos que aún se encuentran bien físicamente y necesitan un ser del que ocuparse y al que dedicar todo ese tiempo que tienen en el día a día. Sin lugar a duda, es la mascota que más interactúa y la que más beneficios puede aportarles.

Regalar un perro: ¿Mejor cachorro o adulto?

Cuando pensamos en una mascota, sin querer nos viene a la mente ese cachorrito de ojos grandes y juguetón que nos viene a saludar dando saltitos. Por más idílica que sea esa imagen, para una persona mayor el enfrentarse a 9 meses de pipis, cacas, muebles mordidos, cortinas rasgadas y energía desbordada no suele ser muy buena idea.

En estos casos es mejor buscar un animal ya educado, de unos 9-10 meses, que se adapte perfectamente a su nueva vida pero con una estabilidad y una madurez un poco mayor.

¿Qué raza de gatos es mejor para una persona mayor?

En el caso de los gatos, es más importante elegir sexo antes que raza. Los machos suelen ser más caseros y más tranquilos. Un gato común europeo es perfectamente válido siempre que hayamos comprobado el carácter y su adaptación a la vida casera.

Si tiene acceso al exterior no es muy recomendable ya que, en el caso de que salga a una excursión, la angustia que va a generar en su dueño va a ser más perjudicial que beneficiosa. En ese caso sería mejor idea un perro como mascota.

Por lo general, las razas de gato con pelo denso suelen ser más tranquilas, como el Maine Coon, el Brithish short hair o el Persa, entre otros.

Los de pelo corto como el Siamés, son menos sociables y más independientes.

¿Qué raza de perro es mejor para una persona mayor?

En los perros, al contrario que en los gatos, es mejor elegir hembra, ya que son mas familiares y caseras y tienen menos fuerza muscular. Dentro de las razas, es importante elegir el tamaño y su temperamento.

Las razas terrier suelen tener mas genio y son más movidas, por lo que requieren más ejercicio y actividad física.

Los perros de raza pequeña como los Malteses, los Shith Zhu o los Caniches, suelen ser los más familiares y los que menos problemas dan.

En cuanto a los perros de acogida, es difícil que nos permitan su adopción dado que son perros con un futuro incierto en caso de faltar el dueño. Por otro lado, muchas veces pueden tener algún tipo de trauma y requerir atenciones más exigentes que un perro que no ha pasado ninguna situación extrema en su vida, por lo que, en este caso, no sería la opción más idónea.