EN VILLA MEONA
Ana Boyer se encuentra recuperándose del parto en casa de su madre, Isabel Preysler. Ambas están disfrutando de estos días primaverales en familia en el jardín de Villa Meona. Descubrimos lo fantástico que es este lugar.
Isabel Preysler está teniendo una primavera muy feliz. Su enorme casa, Villa Meona, está llena de familiares y amigos que se acercan a celebrar la llegada de su octavo nieto, Martín, el tercer hijo de Ana Boyer, y su esposo, el tenista Fernando Verdasco.
La pareja, que tiene su hogar en Doha, se está quedando en la residencia de Isabel en Puerta de Hierro (Madrid), mientras Ana se recupera del parto. Allí cuentan con el apoyo de todo el equipo que se encarga del mantenimiento de la casa para que la socialité de origen filipino no se tenga que preocupar por nada.
A juzgar por las publicaciones de las redes sociales, el jardín de Villa Meona está siendo el punto de encuentro de la familia estos días en los que las temperaturas ya empiezan a ser agradables durante el día y el sol brilla durante más horas.
En la última publicación de Instagram de Ana Boyer, vemos la zona chill out del jardín, donde Preysler cuenta con dos mesas de cristal, patas de madera y cuerdas decorativas, y varios sofás, butacas y puff a conjunto. En total, 16 plazas para pasar tiempo de calidad en familia mientras toman un delicioso zumo de pomelo recién exprimido por la chef de la Villa -como pudimos ver en el documental navideño de Preysler-.
Desde estos cómodos sillones con cojines blancos, los invitados de Isabel Preysler pueden disfrutar de una vista privilegiada del extenso jardín, el cual ella misma nos muestra en una publicación reciente.
Es una zona verde amplia y exuberante, con un césped bien cuidado, árboles frondosos y una piscina equipada con hamacas. Dentro de unas pocas semanas, este será el lugar perfecto para escapar del calor y relajarse, como ya hicieron en veranos anteriores.
Pero mientras las temperaturas se mantengan controladas, los Preysler podrán disfrutar de la piscina cubierta climatizada de Villa Meona, una de las zonas de la casa más fascinantes. Está rodeada de cristaleras que permiten la entrada de luz natural para crear el mismo efecto que una piscina exterior. Y también tiene unos amplios sillones de mimbre donde relajarse tras un buen chapuzón.
Un extenso jardín con piscina es tan solo la antesala de una mansión familiar de estilo señorial que cuenta con 5.000 metros cuadrados de terreno, 2.000 metros cuadrados de edificados, 13 habitaciones y la característica que le da su apodo: 13 baños.
La casa, toda acristalada y con vistas a la vegetación del jardín, tiene desde las típicas zonas comunes, como el salón, el comedor o una gran cocina, hasta pequeños rincones de lectura, como este, el favorito de Tamara Falcó.
O la inmensa biblioteca con una colección de libros admirable y con zonas de trabajo y estudio para todos los integrantes de la familia. Tiene hasta una escalera para llegar a las estanterías más altas, al puro estilo Bella y la Bestia.