MISTERIO RESUELTO

Lo estás haciendo mal: cómo atarnos las Converse para que queden bien sujetas

La tarea de atarnos los zapatos la aprendemos de pequeños, pero ¿lo estás haciendo bien? Te explicamos el truco para atarte las Converse de manera que queden bien sujetas.

Zapatillas ConversePexels

Si eres de esas personas que tiene el pie estrecho y te resulta difícil encontrar un calzado que se ajuste bien a tu pie, en NovaMás te damos la solución. Parece de cajón, pero hay muchas personas que no saben atarse las zapatillas deportivas de forma correcta para que el pie no se mueva, quede bien sujeto y se eviten lesiones.

El truco no está en elegir en la tienda un número menos, ni en usar plantillas específicas, ni siquiera en apretar fuerte la lazada, sino en la manera en que se pasan los cordones en el zapato, en utilizar todos los agujeros que han sido diseñados en la zapatilla deportiva con ese fin.

¿Cómo atarte las Converse de forma correcta?

¿Te has fijado alguna vez que las zapatillas además de los agujeros del empeine tienen un par de agujeros en los laterales? Quizá hayas pensado que se trata de una decisión que responde a un criterio de diseño exclusivamente estético o incluso te hayas planteado que tienen una función destinada a mejorar la salud podal: airear el pie, dejarlo respirar y ventilarlo para que sude menos y mantener fuera los malos olores.

Pues estás en un tremendo error. Esos agujeros laterales tiene una importante utilidad, sirven para pasar por ahí también los cordones y atar mejor los zapatos. Hay muchas maneras de crear la lazada en unas zapatillas deportivas -de forma horizontal, de espiga, de forma lateral, etcétera- pero elijas la que elijas puedes utilizar los hoyos laterales para crear un desvío, pasar por ellos los cordones de forma horizontal, y asegurarte de que tu pie queda más sujeto.

Comienza a pasar los cordones por la parte más cercana a los dedos y ves ascendiendo hasta que solo te queden libres los dos últimos agujeros. Justo en ese momento, el cordón que tengas en el lateral donde se encuentran los dos agujeros debes pasarlo por el interior del zapato y sacarlo por el primer hoyo del lateral e, inmediatamente después, pasarlo por el otro que se encuentra al lado. De esta manera vuelves a tener el cordón en el interior del zapato para que lo puedas sacar al exterior a través del segundo agujero que quedaba libre en el empeine como harías habitualmente.

Si utilizas los cordones por los agujeros extra del lateral, harás que tu par de zapatillas sean un poco más estrechas, se adapten mejor a tu empeine, se ajusten a tu curvatura plantar y te resulten mucho más cómodas.

Historia de las Converse

Hoy en día es muy probable que todos tengamos un par de zapatillas converse en nuestro zapatero, incluso más de uno, dado su comodidad y diferentes colores, estilos, estampados y tejidos.

Cuando se diseñó -en 1917 la Converse Rubber Shoe Company creó el primer par de “All Stars”- era un tipo de zapato compuesto de caucho y lona y estaba destinado a ser un calzado de élite de la liga profesional de baloncesto.

Muy pronto su uso se generalizó a otros ámbitos deportivos -muchos atletas las lucían en los Juegos Olímpicos- e, incluso, algunos soldados iban calzados con estas zapatillas durante la Segunda Guerra Mundial.

No fue hasta mediados del s. XX que la marca comenzó a producir un calzado más similar al que hoy en día podemos encontrar en el mercado y que ¡nos encanta!

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