Entrena tu pecho y reduce los efectos del paso del tiempo

Con el paso de los años, nuestra piel y nuestros músculos se dejan llevar por la gravedad, y un día de repente nos percatamos de que hay otras partes de nuestro cuerpo que también es necesario entrenar. Una de ellas es el pecho. Esta tabla está pensada para alternar con el entrenamiento de otras zonas musculares:

Ejercicio 1:

Sitúate boca abajo, con las palmas de las manos apoyadas en el suelo a la anchura de los hombros. Es posible que al principio necesites apoyar las rodillas. Dirige tu pecho al suelo mientras flexionas los codos, pero intenta que éstos no se separen del cuerpo demasiado, al menos no más de 45 grados. Repite 20 veces, descansa y completa hasta 3 series.

Ejercicio 2:

De nuevo boca abajo, apoya el peso sobre las palmas de las manos, pero también sobre las plantas de los pies. Imagina que debes dibujar una pirámide con tu cuerpo, elevando el glúteo y dirigiendo tu cabeza hacia las rodillas, antes de volver a la posición de partida. Repite 15 veces, descansa 20 segundos y completa un total de 3 series.

Ejercicio 3:

Ten a mano dos botellas de agua y túmbate en el suelo boca arriba y con las plantas de los pies apoyadas. Extiende tus manos en cruz con una de ellas en cada mano. Elévalas hasta que los nudillos de una y otra se encuentren, y vuelve a bajar sin llegar a apoyar los brazos completamente. Son 15 repeticiones, podrás descansar 20 segundos y repetir hasta 3 veces.

Ejercicio 4:

De pie, con los codos flexionados a ambos lados del cuerpo, de modo que dibujen un ángulo de 90 grados, deberás ayudarte de las mismas botellas, una en cada mano. Se trata de aproximar los codos y los antebrazos para regresar a la posición de partida hasta 20 veces. Descansa 30 segundos y completa 3 series.

Se trata de un entrenamiento que además podrás seguir practicando allá donde vayas en vacaciones.

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