MARCAS EN LA PIEL
Las cicatrices hipertróficas y los queloides a veces se pueden confundir, pero no se deben tratar de la misma forma. Te contamos sus diferencias y qué hacer en cada caso.
Existen diferentes tipos de cicatrices: las normales, que dejan una marca sin relieve sobre la piel; las atróficas, que tienen forma de pequeñas depresiones; y las cicatrices atróficas y los queloides, que son cicatrices con relieve.
Estas últimas pueden parecer del mismo tipo a simple vista, pero no lo son. Además, unas se pueden tratar en casa y las otras solo se pueden eliminar con la ayuda de un especialista en dermatología. Tal como explica un artículo firmado por especialistas de los departamentos de Dermatología, Cirugía y Medicina Familiar y Comunitaria del Hospital Clínico Universitario de Zaragoza y del Hospital Universitario Juan XXIII de Tarragona, recogido en la editorial académica especializa en contenido médico Elsevier, ambas son alteraciones en la reparación de heridas en las que se forma tejido de más como respuesta al trauma, la cirugía, las quemaduras y las inflamaciones.
¿En qué se diferencia una cicatriz hipertrófica y un queloide?
En el texto científico explican que "los queloides se distinguen de las cicatrices hipertróficas en que se extienden más allá de la herida original y rara vez remiten". En cambio, las cicatrices hipertróficas solo abarcan la zona de la herida y pueden desaparecer con el paso del tiempo sin tratamiento.
¿Por qué aparecen?
Existen varios factores que podrían propiciar la cicatrización de este tipo:
¿Los queloides y las cicatrices hipertróficas duelen?
La mayoría de estas cicatrices no duelen. Los queloides pueden crecer y luego aplanarse, ablandarse e hiperpigmentarse, pero son asintomáticos. Las cicatrices hipetróficas, en cambio, al cabo del tiempo remiten, normalmente, en un período de 6 a 12 meses.
Tratamiento de queloides y cicatrices hipertróficas
Las cicatrices hipertróficas no suelen necesitar ningún tipo de tratamiento. Pero para acelerar su desaparición se pueden utilizar ciertas medidas tópicas, como las que indican en el texto científico: vendajes compresivos, ácido retinoico tópico o corticoides intralesionales.
Por contra, los queloides necesitan la intervención de un especialista para que desaparezcan o se rebajen. Se puede comenzar por la administración de un corticoide potente de manera atópica o, para que sea más efectivo, a través de una inyección intralesional. "Las inyecciones pueden repetirse cada 3 o 4 semanas hasta obtener un resultado cosmético satisfactorio, que suele ser a los 3 o 4 meses", afirman los especialistas.
Si este tratamiento no funciona, se puede probar con crioterapia, presoterapia, uso de retinoides tópicos, láminas de gel de silicona, láser, radioterapia o cirugía -aunque tiene una alta tasa de recurrencia, por lo que es desaconsejable-.
Aunque lo mejor es prevenir, por lo que es preferible los pacientes con predisposición a desarrollar queloides eviten los procedimientos quirúrgicos.
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