A FAVOR Y EN CONTRA
El Crossfit tiene defensores y detractores dentro de la profesión. Vamos a ver en qué consiste y para qué personas estaría contraindicada esta práctica deportiva que está tan de moda entre hombres y mujeres, sobre todo a partir de los 30 años.
En el mundo del entrenamiento y del fitness tenemos múltiples opciones. Una de las que vuelve a situarse entre las favoritas es el Crossfit, actividad que podemos realizar dentro de una clase colectiva en los gimnasios o en centros especializados en esta modalidad.
Crossfit es una marca registrada y patentada, que también es conocida por otros nombres como el cross training o entrenamiento militar.
Estas actividades se caracterizan por combinar ejercicios de halterofilia, ejercicios funcionales y ejercicios aeróbicos y anaeróbicos, realizados con una intensidad alta. Repasamos cada uno de ellos:
Por lo tanto, si estás empezando a entrenar o si tienes poca experiencia, no hagas crosstraining. Antes de practicar esta modalidad es imprescindible tener una buena base de entrenamiento y saber emplear muy bien la técnica de los ejercicios.
El Crossfit tiene un componente imbatible que es la motivación. Los entrenamientos se enfocan para que determinados ejercicios se ejecuten lo más rápido posible, o en un tiempo determinado, o superando ciertos aspectos. Esa combinación de ejercicio y competición es muy motivadora y ayuda a que te esfuerces al máximo y que quieras repetir al día siguiente.
De modo que si eres de los que necesitas que tiren de ti para entrenar, quizás esta modalidad es una buena opción que te animará a acudir a los entrenamientos. No obstante, no basta con las ganas: necesitas un mínimo de nivel y experiencia.
Al competir con otros compañeros, se generan complicidades y piques sanos. Esto favorece que dentro de los centros de crosstraining se creen grupos de amigos que luego quedan para realizar otras actividades. Además de mejorar tu salud, te encuentras con personas con las que compartes gustos, aficiones... y sufrimiento.
El crosstraining tiene el gran inconveniente de ser muy lesivo. Aún para aquellas personas con mucha experiencia, existe un gran riesgo de hacerse daño.
El motivo es que hay que realizar ejercicios complejos a alta intensidad. Hacer un ejercicio difícil con una buena técnica es sencillo cuando se tiene experiencia y, sobre todo, cuando se hace de forma controlada o supervisada por un entrenador.
En cambio, cuando el cuerpo está al límite, por cansancio acumulado o por número de repeticiones, los ejercicios se completan como sea, más aún si hay competición de por medio. Eso provoca que se pierda la técnica y se haga peor el ejercicio. Si a ello se le suma que se suele practicar con peso extra, la combinación resulta explosiva.
En esta disciplina, es muy factible que tarde o temprano tengas alguna lesión. Las zonas más afectadas son las lumbares, rodillas y hombros. Si ya sufres en estas articulares, es preferible decantarse por otras opciones, puesto que hay riesgo de que empeore. Y si estás bien, ten mucho cuidado de hacer bien los ejercicios si quieres continuar disfrutando del ejercicio y de no tener dolores.
El crossfit se realiza con alta intensidad, lo que resulta positivo para algunas personas, pero no para todas. Por ejemplo, para alguien con diabetes se recomienda evitar la intensidad elevada. No es un tipo de entrenamiento óptimo para todo el mundo.
Sea cual sea la enfermedad o patología que padeces, no hagas cualquier ejercicio sin conocimiento. Primero consulta con tu médico si puedes realizar ejercicio y, con su aprobación, ve a un entrenador personal que te realice un estudio personalizado. Gracias a este estudio podrás saber qué es lo mejor para ti y si puedes hacer Crossfit o cualquier otro ejercicio que tengas en mente.