Cosas de las debes hablar con tu pareja antes de casarte para saber si es la persona adecuada
¿El amor es suficiente para tomar la decisión de casarte? ¿Qué temas hay que valorar en pareja antes de tomar esa decisión tan importante? Lo vemos en este artículo.
Cuando decidimos pasar el resto de nuestra vida con una persona, damos un paso muy importante que nos condiciona para siempre. Dar este paso es un gran acto de amor que nos hace sentir más completos y unidos a nuestra pareja. Sin embargo, en este tipo de decisiones no solo influye nuestro sentimiento hacia la otra persona, sino también otra serie de factores.
Os animo a pensar lo siguiente: ¿Cómo te influiría en su vida compartir el día a día con alguien que no tiene los mismos valores u objetivos?
Cosas de las que hablar antes del matrimonio
A continuación, se describen algunos temas que son cruciales en la vida marital:
Separación de bienes o gananciales: esta decisión condicionará la repartición o no de las ganancias económicas y las posibles desigualdades que se puedan desencadenar. Es importante que ambas partes consideren que se está llevando a cabo una decisión justa e igualitaria. Si uno de los dos se puede permitir ciertos lujos que el otro no, o uno de los dos debe estar pidiendo dinero constantemente al otro, puede generar diferencias, jerarquías y dificultades.
Implicación en las tareas del hogar: en línea con el punto anterior, la implicación en las tareas del hogar debe de estar también repartida de una forma que ambos sientan que es justa. Al principio, si uno cede más que el otro, el que cede puede pensar que no le importa y el que hace menos puede acomodarse, con el riesgo de que más adelante sí que empiece a importar y sea complicado cambiarlo. Muchos de los problemas sexuales en la pareja empiezan con problemas en la repartición de tareas del hogar.
Implicación de la familia política en la pareja: es importante que existan límites con respecto a los familiares. Por ejemplo: hablar de los tiempos que queremos dedicarle, saber gestionar situaciones en las que sentimos que se nos invade o la implicación en la educación de los posibles hijos. Es importante saber qué lugar ocupa nuestra pareja frente a este tipo de situaciones y estar alineados en ese sentido.
Tener o no tener hijos: muchas veces damos por hecho que la otra persona tiene los mismos deseos que nosotros, y eso no es necesariamente así. La decisión de tener o no tener hijos, incluso cuántos (aunque luego las circunstancias cambien la decisión) es fundamental. Formar un proyecto en común cuando esta decisión no está alineada entre las dos partes es muy arriesgado y nos lleva a que uno de los dos se sienta entre la espada y la pared.
Tipo de educación: después de saber si ambos quieren tener hijos, también es importante hablar sobre el tipo de educación que les queremos dar. Por ejemplo: una educación más rígida, más flexible, laica, religiosa o que se valoren los idiomas o las notas. El día a día puede ser un infierno si no estamos alineados con nuestra pareja en el tipo de educación que le damos a nuestros hijos y puede ocasionar múltiples discusiones.
Límites en la relación: esto es importante tenerlo definido mucho antes de plantearnos el matrimonio. Este punto hace referencia a nuestras líneas rojas dentro de la pareja. Por ejemplo: infidelidad, elevar la voz o determinados detalles. Es importante fijar esos límites y tener herramientas para gestionar como pareja los momentos complicados.
Prioridades económicas: decidir en qué se va a invertir más dinero en relación con el núcleo familiar, cuánto ahorro se requiere y las preferencias individuales de cada uno. Por ejemplo: la prioridad de la pareja pueden ser los viajes, la decoración, la hipoteca o los colegios. Los problemas económicos pueden generar mucho desgaste en la relación, por eso es importante organizarse bien en ese sentido.
Estilo de vida: también se recomienda compartir en líneas generales un mismo estilo de vida. No hace falta que ambas partes hagan cosas similares como hacer el mismo tipo de deporte, pero sí tener claro qué tipo de vida les llama más la atención. Por ejemplo: es bastante incompatible en un matrimonio que uno busque una vida de campo y otro una vida en el centro de la ciudad.
En conclusión, muchas veces puede parecer que los polos opuestos se atraen, y efectivamente sorprendernos cuando conocemos a otra persona completamente diferente a nosotros. Sin embargo, siempre deben de existir ciertas líneas de unión como las que se han expuesto en este artículo.