CONSEJOS PRÁCTICOS
En la cocina, una vez terminada la receta, hay que dejarla como los chorros del oro y limpiar todos los utensilios. Esto, en principio, no tiene nada de complicado, pero sí que hay que tener en cuenta una serie de recomendaciones para no estropearlos.
Lavar los platos y los utensilios de cocina es una de las tareas domésticas que a menudo se considera menos valorada. Aunque hoy en día contamos con la comodidad de los lavavajillas, que facilitan mucho esta labor, todavía hay ciertos utensilios que deben lavarse a mano. A primera vista, esta tarea puede parecer sencilla, pero en un mundo donde la rapidez y el ajetreo del día a día nos invaden, a menudo resulta complicado prestar atención a los detalles necesarios para limpiar adecuadamente la cazuela, la olla o la sartén.
Tener claro cómo hacerlo correctamente y de la manera más segura, ayudará a mantener la eficacia de los utensilios y prolongará su vida útil. La forma más adecuada para limpiarlos depende del material y el estado en el que se encuentren. En este caso, nos centraremos en las sartenes y en una acción que realizan muchas personas: limpiarlas con agua fría nada más sacarlas del fuego. Ya te adelantamos que no es una buena idea. Vamos a ver por qué.
Limpiar una sartén caliente con agua fría no es recomendable por las siguientes razones:
Entonces, ¿cuál es la mejor manera de limpiar la sartén sin dañarla? La respuesta la tienen desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), quienes dan los siguientes consejos para dejar la sartén en perfectas condiciones.
Si necesitas renovar el juego de sartenes, debes decidir qué material prefieres: cerámica, acero, hierro o con recubrimiento de teflón. Cada una de ellas tiene sus características propias que hay que tener en cuenta, según tus necesidades.