Comer fuera de casa en verano es un lujo, ya sea en chiringuitos, playa o en el campo. Pero cuidado, porque también es la temporada perfecta para que las bacterias hagan de las suyas y termines con una gastroenteritis de campeonato. Aquí van algunas claves para evitarlo.
En los chiringuitos: ¿Qué debemos observar?
Los chiringuitos son el alma del verano. Un buen chiringuito puede hacer que tu día en la playa sea memorable, pero uno malo puede enviarte directo al baño. Aquí tienes algunas cosas en las que debes fijarte para asegurarte de que tu visita sea un éxito y no un desastre gastrointestinal.
- Limpieza del local: Si el suelo parece una pista de patinaje engrasada y las mesas tienen más pegamento que un jardín de infancia, es hora de buscar otro lugar. Un chiringuito limpio es el primer indicio de que se toman en serio la higiene. Si los cubiertos están pegajosos y los vasos tienen más manchas que una camiseta de manchas de tinta, ¡huye!
- Manipulación de alimentos: Observa cómo manejan los alimentos. ¿El camarero toca el dinero y luego tu comida sin lavarse las manos? ¿El cocinero tiene cerca un grifo y se lava las manos? ¿Utiliza diferentes utensilios o los lava entre un alimento y otro? ¿Mantiene una buena higiene en las superficies? ¿Mantiene los alimentos refrigerados? Si la respuesta a estas preguntas es no, mejor sigue buscando. Las bacterias adoran la mala manipulación de alimentos tanto como tú adoras un helado en pleno agosto.
- Temperatura de los alimentos: Los alimentos calientes deben estar, adivina, ¡calientes! Y los fríos, pues fríos. Si tu ensaladilla rusa está tibia, es una señal de alarma. Los alimentos deben estar a la temperatura adecuada para evitar el crecimiento bacteriano. Así que, si tu gazpacho está más caliente que el ambiente, mejor pásate a las tapas.
- Reputación del chiringuito: La sabiduría popular y las reseñas pueden ser buenas aliadas. Si todo el mundo habla maravillas de un lugar, probablemente estén haciendo las cosas bien. Y si ves que un chiringuito está vacío en pleno agosto, puede que haya una buena razón para ello.
En la playa: consejos para un picnic seguro
Llevar tu propia comida a la playa es una excelente idea, pero requiere de algunos cuidados adicionales para evitar que tu día soleado se convierta en una pesadilla nocturna. Aquí van unos consejos:
- Mantén la comida fría: Las bacterias se multiplican más rápido que las historias de pescadores en un ambiente cálido. Usa una buena nevera portátil para mantener tus alimentos a la temperatura adecuada. Las ensaladas, frutas y carnes frías deben permanecer frescas. Eso sí, siempre bien envasado y nunca utilizar hielo, se va a deshacer y puede contaminar todo, la opción son las placas enfriadoras.
- Lávate las manos: Parece obvio, pero muchas veces olvidamos la higiene básica. Lleva toallitas húmedas o desinfectante de manos para limpiar tus manos antes de comer. Después de todo, ¿quién quiere un bocadillo con un extra de arena y bacterias?
- Envases herméticos: Usa envases herméticos para proteger tu comida de la arena, el agua y, por supuesto, los insectos. Nada arruina más un picnic que una invasión de hormigas en tu ensalada de pasta.
- Evita alimentos perecederos: Si puedes, evita llevar alimentos altamente perecederos como mariscos o salsas a base de huevo. Opta por alimentos que soporten mejor el calor, como frutas (nunca cortadas antes), frutos secos y bocadillos. Y si decides llevar algo más delicado, asegúrate de que esté bien refrigerado hasta el momento de consumirlo.
En el campo: Precauciones para un picnic seguro
El campo es perfecto para desconectar y disfrutar de una buena comida al aire libre. Pero para evitar que la naturaleza te devuelva el favor con una gastroenteritis, sigue estos consejos:
- Agua potable: Asegúrate de llevar suficiente agua potable. Nunca bebas agua de fuentes naturales sin tratar, por muy cristalina y tentadora que parezca. Las bacterias y parásitos también disfrutan del campo y no querrás llevártelos a casa.
- Cocina bien los alimentos: Si planeas hacer una barbacoa, asegúrate de cocinar bien las carnes y pescados. Y por favor, no uses la misma tabla de cortar para carne cruda y vegetales sin limpiarla antes.
- Mantén los alimentos cubiertos: El aire libre está lleno de insectos que ven tu comida como un banquete gratuito. Mantén los alimentos cubiertos con tapas o redes para evitar invitados no deseados en tu picnic.
- Llévate la basura: No dejes basura ni restos de comida en el campo. No solo es malo para el medio ambiente, sino que también puede atraer a animales salvajes. Y la próxima vez que vuelvas, podrías encontrar más compañía de la que esperabas.
El verano es para disfrutar, relajarse y comer bien. Siguiendo estos consejos y prestando atención a los detalles, puedes evitar la gastroenteritis y asegurarte de que tus salidas sean memorables por las razones correctas. Recuerda, un poco de precaución puede ahorrarte muchos dolores de cabeza (y de estómago). ¡Feliz verano y que la comida esté siempre a tu favor!